Muchos ceutíes se han preguntado estas semanas por qué no está abierto el popular puesto de palomitas ubicado a la entrada de la
Gran Vía. Este lugar, mítico para muchos, se ha convertido en todo un clásico desde que Carmen Rivas Villalba lo hiciera tan conocido con la venta de palomitas. Después de más de 25 años solicitándolo mientras vendía en la calle, logró que le concedieran este espacio, un típico y humilde puesto de madera que incluso, tras fallecer la mujer, le llegaron a dedicar una placa conmemorativa en su honor, ya que para muchos era una parada obligatoria. Todos recuerdan a Carmen como una mujer adorable que siempre tenía un detalle con los más pequeños que se acercaban a comprar, como sus típicos globos.
Tras su muerte, uno de sus hijos se empezó a hacer cargo del negocio, conservando la tradicional venta de palomitas y en temporadas concretas la venta de castañas. Por este motivo, a muchos les ha extrañado encontrarse, desde hace más de cuatro semanas, el puesto cerrado y sin ningún tipo de actividad.
A través de las redes sociales, promovido por amigos y familiares, han sacado a la luz que este cierre no es voluntario, sino que se debe a que la Administración local prevé la retirada de este puesto tras la reforma de la calle. Al conocer la noticia, las distintas plataformas se llenaron de comentarios de apoyo para evitar lo que muchas personas consideran un símbolo de la Gran Vía.
Además, según cuentan amigos cercanos y la familia de Carmen, este puesto se ha convertido en el único sustento para uno de sus hijos, que es el encargado del negocio en estos momentos y con el que logra mantener a toda su familia.
Esta situación ha sido toda una sorpresa, confirman fuentes familiares, ya que narran que en el mismo velatorio de Carmen, en pleno duelo, le prometieron a su hijo que podría seguir con el negocio que durante años forjó su madre con tanto esfuerzo.