Cuando haces el Camino por cualquiera de las rutas posibles, los veteranos te aconsejaran que debes hacer el Camino de Costa da Morte e incluso hacerlo desde Santiago de Compostela a Muxia o Finisterra. Es según la tradición la etapa donde finalizaban el Camino los peregrinos y en el Cabo de Finesterre, se deshacían de sus hábitos, se afeitaban y todo ello lo quemaban para volver a casa una vez en paz con su peregrinar.
Pues hoy día todos te recomendaran al hacer este Camino hacer una escapada al Cabo de Finesterra para presenciar la puesta de sol. La verdad es que es un bello espectáculo, pero para mí, más que por el ocaso, por la variedad y cantidad de personas que allí se reúnen, de todas las edades, hombres y mujeres forman pequeños grupos que conversan y esperan, incluso hay los que nos acompañan con canciones y música de guitarra o cualquier instrumento, pero cuando llega el momento mágico donde el sol empieza a desaparecer en el horizonte sumergido en el océano, se hace un silencio de admiración y respeto que nos impresiona y emociona.
Pero antes decía que no es la puesta de sol lo que más me llamó la atención, porque, aquí en mi Ceuta he visto cientos de puestas de sol espectaculares y cada vez diferentes.
Ver una puesta de sol desde la antigua Sirena en verano, entre dos continentes, con la sobra de la Mujer Muerta a la derecha, el rojo del sol sobre el mar, las costas de Europa y África teñidas de rojo y la silueta de la isla de Tarifa al fondo, no tiene comparación.
Y no es este el único sitio donde quedaremos impresionados, desde Benzú, a nivel casi del mar, los elementos antes enumerados son más próximos y podremos ver con detalle el majestuoso perfil de la Mujer Muerta o como se dice, la figura del dios Atlante que fue castigado por el dios Zeus por ayudar a Hércules en una de las 12 pruebas, hacerse de las manzanas del Jardín de la Hesperides.