Pues no, mi ciela, tú no eres nadie para hablar en nombre del colectivo LGTBIQA+. Y no lo eres no porque a mí me caigas mal ni nada de eso (que sí, que me caes fatal), sino porque tú solita, cariño, te has desacreditado para hablar de nosotres. [Te hablo en femenino y utilizo plurales inclusivos porque sé que te chirrían los dientes con estas cosas.]
Pues no, mi ciela, tú no puedes arrogarte el derecho de criticar un ánimo lgtbiqa+fobo en otros grupos parlamentarios porque tú misma has presentado ese ánimo continuamente cuando te has mostrado contraria a lo que tú defines como “ideología de género” y cuando has dicho, tantas veces y no hace tanto, que nosotres no podemos constituir matrimonios ni familias como vosotres, sino sólo uniones civiles “como la de dos hermanas viudas o dos amigos viudos” (son palabras tuyas, en “Espejo Público”), porque el origen etimológico de la palabra “matrimonio” es “mater” (madre) y “monium” (en calidad de) y porque el matrimonio ha sido históricamente la unión entre un hombre y una mujer.
Que digo yo, bonita, que entonces tampoco deberíamos trabajar, porque el origen etimológico de la palabra “trabajo” es “tripalium” (tres palos), término que hacía referencia a un instrumento de tortura con tres postes, donde se ataba a los esclavos y a los reos para los “trabajos” forzados; a no ser que tú consideres, primor (cosa que no me extrañaría) que tenemos que suprimir todos los derechos laborales y volver a un esquema esclavista y explotador. Y que digo yo, también, que el sentido histórico de las cosas se podrá cambiar, porque si no, seguiríamos viviendo en las cavernas y pintando las paredes de éstas con la sangre de los animales que cazamos; a no ser que tú consideres, encanto (cosa que tampoco me extrañaría), que la vida del hombre cazador cavernícola es el ideal de vida para el siglo XXI.
Pues no, mi ciela, tú no puedes culpar a otros partidos de un odio hacia las personas homosexuales porque tú misma, cariño, has sembrado y sigues sembrando ese odio cuando dices que no te importaría que nosotres adoptáramos, en todo caso, a aquelles niñes “que nadie quiera” (también son palabras tuyas, en “El Hormiguero”), lo cual demuestra en ti una sensibilidad nula y una concepción mercantilista y clasista de la adopción; pero no se podía esperar menos de ti, bonita. Cuando dices que la izquierda española odia a los homosexuales porque venera figuras célebres como el Ché Guevara que encarcelaba y asesinaba a los homosexuales, cometes falacia de asociación. Y como sé que eres un poco cortita, aunque muy mona, te lo voy a explicar: la falacia de asociación se produce cuando afirmas que las características de un individuo se extienden al grupo al que ese individuo pertenece simplemente por pertenecer a él o por una vinculación inconsistente. Que el Ché Guevara, que tenía ideología comunista, fuera homófobo no nos autoriza a decir que todas las personas de ideología comunista son homófobas; y mucho menos si metes en el saco a todas las ideologías señaladas tradicionalmente como “de izquierdas” (anticapitalistas, progresistas, reformistas, anarquistas, revolucionarias, etc.), sean comunistas o no.
"Que el Ché Guevara, que tenía ideología comunista, fuera homófobo no nos autoriza a decir que todas las personas de ideología comunista son homófobas"
De hecho, por si no lo sabes, bonita, el PSOE, al que tú acusas de homófobo (y que, por lo demás, tiene tantos problemas y defectos como cualquier otro partido), ha sido uno de los partidos que más ha luchado por los derechos de las personas LGTBIQA+ a lo largo de la Historia de la democracia española, llevando a cabo la elaboración y consiguiendo la posterior aprobación de la ley del matrimonio igualitario; y Unidas Podemos, al que también acusas de homófobo, es de los pocos partidos españoles que llevan en su programa medidas concretas para luchar contra la lgtbiqa+fobia y para defender los derechos, no solo de los homosexuales, sino de todas las personas LGTBIQA+ de este país, habiendo liderado (no sin conflictos) el desarrrollo de la llamada “ley trans”, que nos pone a la vanguardia de la defensa de los derechos de las personas transexuales e intersexuales.
Pero es que además, ese mismo argumento del Ché Guevara podrías aplicártelo tú misma, preciosa, porque tú también has reproducido varias veces un recuerdo nostálgico del franquismo y de la reconquista católica de España. Y me parece a mí (pero corrígeme si me equivoco, bonita), que ni Franco ni los Reyes Católicos eran muy lgtbiqa+friendly, que digamos. Por no hablar de que últimamente te juntas mucho con gente de otros movimientos populistas de derechas presididos por reinonas como tú (Trump, Salvini, Bolsonaro, Wilders, Le Pen, etc.) que no son tampoco muy amistosos con la comunidad LGTBIQA+, aunque no le dirían que no a una buena fiesta con plataforma y lentejuela.
Pues no, mi ciela, tú no eres un ejemplo de lucha contra la lgtbiqa+fobia porque en los puntos 14, 26 y 375 del programa electoral con el que te presentaste a las Elecciones Generales del 23J/2023, proponéis derogar de las “leyes ideológicas” (la expresión es vuestra) que protegen al colectivo LGTBIQA+ y porque en el punto 172 de ese mismo documento os referís al colectivo LGTBIQA+ como “chiringuito ideológico”.
"El PSOE, al que tú acusas de homófobo, ha sido uno de los partidos que más ha luchado por los derechos de las personas LGTBIQA+ a lo largo de la Historia de la democracia española"
Pues no, mi ciela, tú no eres una referencia para el colectivo LGTBIQA+ porque en el punto número 56 del documento titulado “100 medidas urgentes de VOX para España” (publicado el 6 de octubre de 2018 y que aún circula por Internet) proponéis suprimir las intervenciones quirúrgicas de reasignación de sexo (que vosotres llamáis de “cambio” de sexo) y porque en el punto 71 de ese mismo documento proponéis la creación de un Ministerio de la Familia y la Promulgación de una ley orgánica de protección de la “familia natural”, donde realmente queréis decir “familia heteroparental monógama con hijos no adoptados” porque el resto de familias, para vosotres, son antinaturales (que, por cierto, no sé si alguna vez has pensado que la “Sagrada Familia” a la que imagino que veneras no era muy natural que digamos: según el relato evangélico, Jesús no era el hijo natural de su padre; José era sólo su padre “putativo”. ¡Sorpresa!).
Pues no, mi ciela, tú no puedes representar la lucha activista LGTBIQA+. Y no puedes hacerlo porque la gente del partido que diriges y presides dice que “lo de los gays no es amor, sino sólo vicio” (Juan Ernesto Pflüger, director de comunicación de VOX, en Twitter); que “no hay que defender a los niños gays o trans, si es que existe tal cosa” (Alicia Rubio, diputada de la Asamblea de Madrid por Vox, en “El Gato al Agua”); que “hay terapias para reconducir la psicología de las personas homosexuales” y que “una pareja gay con un niño necesita terapia” (Fernando Paz, número 1 de VOX por Albacete en “El Gato al Agua”); que “hay que quitar la bandera gay porque ofende” (líder de VOX en Huesca, en un mitin); que “si tuviera un hijo gay, preferiría no tener nietos” (Gádor Joya Verde, activista vinculada a HazteOír y diputada en la Asamblea de Madrid por VOX, en una entrevista para ElMundo); que “es un error prohibir que los homosexuales acudan a terapia para encontrar su identidad” (Macarena Olona, en ese momento portavoz de VOX en el Congreso de los Diputados); que la celebración del orgullo LBTBIQA+ en Madrid “es un aquelarre” e “impregna el centro de la ciudad de un hedor insalubre” (diversos líderes de VOX en Madrid, en diferentes comparecencias y medios) y que “habría que llevarla a la Casa de Campo” (Francisco Javier Ortega Smith, secretario general de VOX) porque “agrede a los madrileños” (Rocío Monasterio, líder de VOX en la Asamblea de Madrid).
Pues no, mi ciela, tú no tienes legitimidad para presentarte como defensora postapocalíptica de la causa queer. Y no la tienes porque la gente de tu partido quiere prohibir que le hablemos a les niñes y les adolescentes sobre la diversidad de identidades y orientaciones sexuales en la escuela. Seguramente pensarás, preciosa, que si no se habla de algo, desaparece; pero aunque no llevemos a cabo talleres y cursos sobre igualdad y diversidad en nuestras escuelas públicas, eso no hará (como vosotres queréis, seguramente), que nosotres desaparezcamos. Y, sin embargo, el hecho de desarrollar estos talleres sí que puede hacer que muches de nosotres, reina, tengamos desde la infancia las referencias y el acompañamiento que necesitamos para que gente como vosotres no acabe por destruir nuestra integridad psicológica y para que muches de les hijes de gente como vosotres aprenda que el mundo es mucho más rico y más complejo de lo que vosotres les contáis en vuestra casa.
Pues no, mi ciela. Ciérrate el Grindr y quítate las plumas, que no te pegan. Un beso, guapa. Nos vemos en el infierno, que nosotres iremos por maricones, pero tú irás por mala.
Víctor Teba de la Fuente
Doctor en Filosofía por la Universidad de Granada (2020) Funcionaro miembro del cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaría y Bachillerato de Andalucía Profesor de Filosofía del IES José Navarro y Alba, en Archidona