Dicen que ya no pueden más. Ya no saben a quién quejarse porque nadie les soluciona los problemas. La presión de los inmigrantes sobre los camiones en el puerto de Ceuta va a más. Los profesionales del sector y los propios guardias civiles se encuentran superados. Unos porque ven que no pueden trabajar con tranquilidad y seguridad, los otros porque carecen de medios para atender esta situación. La pasada noche una batea con chatarra de carga no pudo embarcar al encontrarse en su interior a hasta diez inmigrantes. “A nada que se levantaba una pieza aparecía uno. Y así todo el rato. El barco no podía esperar más y tuvo que salir sin esta batea”, denuncian los camioneros. Esta situación no es aleatoria. Muy al contrario, se repite de manera constante y desespera a un sector que ya no sabe a quién acudir. Están sorprendidos ante la pérdida de control en una zona que es restringida y de seguridad, pero por la que incongruentemente deambulan cada vez más inmigrantes. “Se meten en las bateas de chatarra, mueven la carga… eso se puede desplazar cuando el camión va andando y se pueden aplastar ahí dentro”, advierten los camioneros. “No podemos embarcar, tenemos que descargar todo para que la
Guardia Civil vea los inmigrantes que hay dentro. Luego tenemos que volver a cargar la chatarra, la dejamos la batea cargada en el puerto que se supone que es zona restringida y otra vez se vuelven a meter. Esto es un no parar”, lamentan.
La pescadilla que se muerde la cola
Las continuas quejas efectuadas por los camioneros no obtienen respuesta. Siguen igual o peor, porque ahora la presión es mucho mayor, tanto de adultos como de menores. Los guardias civiles también se ven desbordados ante la situación. Igualmente con sus consecuencias porque solo pueden sacar a los indocumentados de los camiones, nada más. Luego volverán a intentarlo. Y así de forma constante, como la pescadilla que se muerde la cola. El riesgo es también para los propios sin papeles, bien porque pueden morir aplastados dentro de las cargas o bien porque pueden caerse de los camiones. Esta misma semana un joven moría aplastado al caerse del vehículo en el que se había colado. El día a día no cambia en el puerto de Ceuta y el daño que se está causando al sector es total. Quieren soluciones. Ya están desesperados. A las entradas en las cargas se suman los destrozos que causan en el material o cómo dejan las bateas llenas de basura, así como las entradas en propiedades privadas contra las que, incongruentemente, nada se puede hacer.