¿Público o privado?

Fue creada la mafia italiana por criminales de la España imperial? Cuenta la leyenda que los tres hermanos españoles Osso, Mastrosso y Carcagnosso, llegaron a las costas italianas huyendo de la justicia de Toledo que les acusaba de asesinato. Pertenecían a la misteriosa Hermandad de la Garduña y cierta o no la leyenda, todos somos conocedores que donde no existe prosperidad, no tarda en avanzar y afianzarse la delincuencia y los espurios intereses personales si no se dota a la comunidad de los instrumentos necesarios para ponerle fin. La inmoralidad pública que padecemos facilita las estructuras de poder con tics dictatoriales, que se permite despilfarrar el dinero que recibe cuando debía aprovecharlo para paliar las deficiencias estructurales, dinero que se pierde sin saber bien cómo.

Siempre he mantenido que lo peor de una situación de atrofiamiento económico y deterioro social como la que padecemos, no es ya la falta de ideas y la oposición a que alguien sin interés personal las quiera, pueda y sepa llevarlas a efecto, sino el menosprecio continuo a la generalidad de los ciudadanos en beneficio de unos pocos.

Es evidente el cambio de tendencia observado en nuestra administración local, donde la panacea de la gestión indirecta hasta ahora implantada, deja de serlo cambiando el discurso de los mismos que nos la vendían como lo más acertado. Ahora pretenden que cambiemos radicalmente nuestra opinión mostrándonos la gestión directa como lo más beneficioso para los ceutíes, lo que técnicamente se denomina reinternalización de los servicios públicos locales. No olvidemos que el simple cambio en sociedades que ejercían alguna de las gestiones indirectas, supuso el enriquecimiento en bienes y cargos de algunos miembros de aquel gobierno.

Existen dos grandes categorías de servicios públicos; los sociales o asistenciales, basados en la idea de solidaridad y cohesión social, y los servicios públicos económicos, que suponen la producción de bienes y servicios en un mercado a cambio de una contraprestación económica. De los primeros no vamos a escribir, pero no olvidemos que esta administración subvenciona gran parte de esta asistencia a empresas privadas, ONG,s y fundaciones con un fin social. Nos centraremos en los segundos, los económicos, que todos conocemos mejor, como el abastecimiento de agua, tratamiento de los residuos o el transporte.

Parece excesiva la preocupación por parte de nuestra administración local, por volver a municipalizar los servicios haciéndolos públicos y recuperar el control efectivo sobre ellos. Cuando analizamos esta reciente preocupación por controlar la efectiva prestación, pienso que deberíamos alarmarnos por la titularidad de quien lo presta como “garante de lo público”, porque realmente, la decisión de la administración local no está suficientemente motivada, lo que tras el estudio de lo hasta ahora visto, se hace difícil de justificar, midiéndose todo al parecer en el número de votos captados.

Realmente es para preocuparse cuando llevamos asamblea tras asamblea, oyendo a los responsables políticos valorar positivamente la bondad de transformar las empresas privadas en públicas. Tendríamos que preguntarles; ¿Qué empresa pública de Ceuta funciona correctamente? Antes de responder hemos de puntualizar, que en esta argumentación no se debe buscar elegir la opción de mejor calidad entre público o privado, sino que lo verdaderamente importante es la armonización de las dos formas de servicio en la gestión de la actividad que presta el municipio, con la austeridad y estabilidad presupuestaria y financiera que exige la propia normativa vigente (LRSAL). Simultáneamente, los mismos responsables trabajan para todo lo contrario, convertir las empresas públicas en privadas, lo que hace pensar al ciudadano que ni la propia administración local parece tener claro lo que debe y quiere hacer.

"La eficacia de una medida se evalúa por el resultado obtenido y en esta ciudad a pesar del elevado coste de todas ellas, no han obtenido un mínimo éxito que predisponga el ánimo ciudadano a la satisfacción"

Estudiemos algunos de los ejemplos más conocidos en nuestra ciudad. Comencemos por el propio AYUNTAMIENTO, donde después de más de 20 años en el ejercicio del poder del mismo Alcalde-Presidente, han sido incapaces de aprobar una Relación de Puestos de Trabajos, ni tan siquiera de mantener la misma o parecida estructura de consejerías, viceconsejerías y direcciones generales. El buque insignia de la gestión pública hace aguas por todos los costados. Realmente nuestros políticos se mueven mucho mejor en el caos imperante que en la buena gestión.

Sigamos con otra actividad pública como la del HOTEL. Su viabilidad financiera con la actual estructura y funcionamiento es muy difícil de justificar, con una cuenta de resultados deficitaria año tras año y a la que se le inyecta capital anualmente por otra empresa pública ante el abultado déficit registrado. Tampoco es aceptable que se haya producido un incendio en una habitación desocupada en el mes de septiembre y que a mediados de mayo aún no se haya puesto en servicio el restaurante que al parecer se vio afectado. Esta prestación, actualmente pública, será seguramente de titularidad privada pronto, ante la incapacidad de asumir las medidas necesarias para que al menos deje de ser deficitario hasta que llegue el momento de pasarlo a alguien designado con un contrato a medida, como los trajes italianos.

Si analizamos lo sucedido con EMVICESA, en otra época la reina receptora de dinero público, resulta vergonzoso para este gobierno las miserias que han salido a la luz y que pone en la picota la gestión municipal seguida durante tantos años. Veremos qué responsabilidades se van a derivar en la sentencia que próximamente conoceremos de tan escandalosa actuación. Mi opinión me la reservo por respeto al Tribunal, pero me atrevo a afirmar que seguramente no alcanzará a los responsables políticos de tantas irregularidades, puesto que estas sociedades son empleadas como cortafuegos por quienes realmente son los responsables de todo cuanto acontece en ellas, nombrando a los gerentes y a la Junta. ¿Quién nombra al fiscal? ¡pues eso!

Sobre TRAGSA, la empresa de una sola acción de participación, nos gustaría que algún representante de la oposición en la asamblea de Ceuta, preguntase al portavoz del gobierno el motivo del total abandono de la vía considerada como la única que ofrece a todos una total garantía, la “Ley de Contratos del Sector Público” para reiterar una y otra vez la contratación con TRAGSA. Es licito argumentar qué esta forma de contratación seguida por nuestra Administración, empobrece a Ceuta destruyendo su tejido social, porque acudir a la urgencia como justificación en la acometida de obras y proyectos sin licitación y de forma reiterada, no deja de ser una muestra palpable de desorganización, falta de previsión y carencia de una estrategia a seguir en el sector, reconocida cuando realizan una encomienda de gestión, que aunque admitida por el derecho administrativo español responde a razones de eficacia, es decir, debería ser consecuencia de la falta de medios técnicos idóneos del encomendante para la realización de la actividad en cuestión. En nuestro caso la administración reconoce su incapacidad, pero es que TRAGSA remite sus proyectos a otra ciudad, lo que pone al gobierno de la ciudad en un brete de muy difícil justificación, reconociendo no solo su incapacidad sino actuando además de forma desleal con los empresarios locales.

AMGEVICESA merece una monografía para ella sola y por tanto la dejaremos para otro momento, concretamente, para una vez que el Tribunal se haya pronunciado sobre las irregularidades denunciadas en las mal llamadas “oposiciones”. De TRACE, también hablaremos en otro momento por su importancia y cuando el Alcalde-Presidente decida lo que va hacer.

Todos los autores que escriben sobre este tema de lo público y lo privado que anteponen lo primero a lo segundo, asocian el concepto de público con los de competencia y eficiencia. Defensores de este tipo de gestión, preconizan que si “la gestión directa se demuestra más eficiente habrá que optar por ella”. Seguramente ninguno de ellos pensaba en nuestra ciudad cuando escribían sobre la gestión pública competente y eficiente, porque lo más destacable no es la ausencia de estas cualidades, sino la falta de credibilidad de quien tiene la responsabilidad del buen gobierno.

"Seguramente ninguno de ellos pensaba en nuestra ciudad cuando escribían sobre la gestión pública competente y eficiente, porque lo más destacable no es la ausencia de estas cualidades, sino la falta de credibilidad en quien tiene la responsabilidad del buen gobierno"

Actualmente es raro el día en el que no aparezca alguna noticia de cabecera, que una vez analizada demuestra la enorme torpeza de quien las manda escribir al dictado. No es difícil leer en titulares de prensa que se han conseguido dar cursos de formación en talleres a más de 1500 alumnos, sin que ninguno de los responsables se pregunte cuantos de estos alumnos han encontrado trabajo en Ceuta, cuánto dinero se ha invertido en esos talleres sin que se haya obtenido resultado alguno y quienes han recibido esas importantes cantidades de recursos económicos.

O que se ha dotado a la pesca en Ceuta con una subvención de varios millones de euros, sin que nadie se pregunte cuantos barcos forman la flota pesquera de Ceuta, cuantos se encuentran matriculados en nuestra ciudad y faenan en nuestro litoral y cuantos se desguazaron a cambio de indemnizaciones con fondos europeos. Los ciudadanos solo tenemos que observar los envases de pescado en los mercados y grandes superficies, así conoceremos su origen.

O los más de mil puestos de trabajo publicitados constantemente del juego on-line, sin que nadie se pregunte el motivo de que no haya nunca más de tres personas en los locales alquilados, o se aprecien vacíos. ¿Tienen los inspectores pertenecientes al Cuerpo Superior de Inspectores de Trabajo, dependiente del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y de la Agencia Tributaria, los datos de estos mil empleados?

O el despido colectivo de los trabajadores incorporados al primer centro de atención telefónica (call center) que iba a operar en Ceuta, un negocio subvencionado por Procesa, algo que la sociedad municipal niega, pero que el sindicato CGT afirma que ha “fracasado a conciencia” y que ha dado pingües beneficios a sus promotores a costa de dinero público, mientras dejaban en la calle a la ilusionada plantilla, dejando con cara de haba y mohíno al presidente de la ciudad que lo publicitó presencialmente hasta en tres ocasiones.

O el motivo por el cual nuestro Alcalde-Presidente recoge un nuevo premio Talento en Sevilla, por “propiciar las sinergias y el networking” de los negocios, cuando poco antes la propia Confederación de Empresarios de la ciudad hacía público en TV el dato de que habían cerrado más de cincuenta establecimientos, pero puede que sea debido a aquellos que le acompañaron y se fotografiaron junto a él para la prensa local. Tengamos en cuenta que el que gusta de ser adulado es porque no se fía del valor de sus méritos (Quevedo).

Lo peor está por venir, veremos como “milagrosamente” el agua se convierte en vino cuando se llegue a crear la planta de reciclaje. Entonces cambiarán nuevamente el criterio y lo público pasará a ser de explotación privada sin que nadie fundamente el nuevo cambio.

La eficacia de una medida se evalúa por el resultado obtenido y en esta ciudad a pesar del elevado coste de todas ellas, no han obtenido un mínimo éxito que predisponga el ánimo ciudadano a la satisfacción. Tampoco nos sentimos en su momento muy complacidos con el escándalo de la compra del voto de entonces ni con los de ahora, ni las grabaciones a cargos molestos, ni con el de la manzana del Revellín, ni el de los pisos de Huerta Téllez, ni las continuas manipulaciones desinformativas de este gobierno local, ni ahora las descaradas y desvergonzadas formas de introducir a amiguetes, afectos y familiares con pretendidas oposiciones.