Pese a que en las pasadas elecciones del 28 de abril el
PSOE rechazó la mano que le tendió Caballas para formar una unión de fuerzas progresistas, en esta ocasión, con miras a los comicios generales del próximo 10 de noviembre, los socialistas apelan a la unión de las fuerzas localistas de corte progresista para afrontar las elecciones del 10N y lograr un resultado superior al obtenido en la convocatoria pasada. Al igual que ocurrió en las campañas de abril y mayo, el partido liderado en Ceuta por Manuel Hernández afrontarán esta campaña “en positivo”, con el objetivo de sumar, y en la que huirán de los conflictos y enfrentamientos. “Para el PSOE tan solo cabe adoptar esta postura en un claro ejercicio de responsabilidad con la ciudadanía, cansada de confrontaciones y falta de acuerdos. Además, es precisamente esa sociedad, la que el pasado 28 de abril se pronunció masivamente contra la corrupción, la ultraderecha y las políticas restrictivas del PP, la que no se merece un trato como el que hasta ahora ha recibido por parte de algunos de sus representantes políticos”, expresa el partido en un comunicado. Los socialistas defienden que solo unos representantes progresistas podrán trabajar en Madrid para defender y luchar por la realidad de Ceuta, su idiosincrasia, su diversidad cultural y religiosa, sus demandas y necesidades, y conseguir hacer de ésta, una ciudad inclusiva que busca la igualdad. La aspiración socialista se encuentra recogida en un programa “profundamente social”, describe el comunicado, que incorpora las más de 370 medidas acogidas a decenas de encuentros con la sociedad civil y que, de gobernar, prometen que se cumplirán rigurosamente. Esta postura dista de la ofrecida en abril, cuando el partido rechazó diferentes alianzas, la más sonada fue con Caballas, que pese a la negativa, apoyó al partido de Sánchez en las Elecciones Generales como gesto para evitar otro gobierno popular.