García dice que la modificación “actualiza” la norma de forma suficiente
El portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea, Manuel Hernández, aprovechó en el
pleno ordinario de noviembre el debate sobre la aprobación definitiva de la modificación de la Ordenanza Municipal Reguladora de vados y reservas de estacionamientos para reprochar al Gobierno de Vivas que en lugar de cambiar “diez artículos de veintidós” en el texto vigente debería haber promovido la elaboración de una nueva norma y, sobre todo, “velar por su cumplimiento porque supongo que sabrán que la ciudad está llena de esas señales y en muchos casos no se paga por ellos”. “Nos abstenemos porque hace falta una Ordenanza nueva e integral, no este parche”, explicó Hernández el sentido del voto del primer partido de la oposición, que acusó a Néstor García de “creerse un erudito en posesión de la verdad”. El consejero de Fomento dijo “no entender” la posición socialista y lamentó que el PSOE no “aportase” propuestas para alcanzar mejor el objetivo pretendido.
“Hemos tenido el máximo interés por enriquecer el texto de un Ordenanza de vados para actualizarla, como demuestra la respuesta a las alegaciones de
Ciudadanos, y les animo a que en futuras modificaciones normativas traiga sus aportaciones, que serán bien recibidas siempre que cuenten con el visto bueno de los técnicos”, reclamó García a los diputados socialistas, cuyo portavoz criticó que lleva “meses” esperando a que el Gobierno le responda a su petición de información en relación con un censo de vados existentes y de tasas efectivamente abonadas por sus beneficiarios a la Administración autonómica”.
Para el consejero, con las modificaciones introducidas en el texto, que databa del año 2000, se han cambiado “los artículos que hacía falta modificar para dar respuesta a las situaciones que han ido surgiendo con el tiempo”.
“Usted solo pretende hacerse notar delante de las cámaras como alguien que se opone a todo lo que proponga el PP pero sin ningún papel y en evidente descoordinación interna”, reprochó al
PSOE, cuyo líder se mostró indignado por la intromisión en “asuntos internos” de la sede de Daoiz.