El Gobierno de la Ciudad Autónoma tiene actualmente en manos de Intervención y en fase de fiscalización el proyecto para acometer la reforma de parte de la explanada de Juan XXIII con un Mercado de Salazones, una actuación presupuestada en 800.000 euros y que el Plan de Inversiones 2017-2019 de la Administración preveía que se ejecutase el año pasado. El Ejecutivo de Vivas tiene, según las fuentes gubernamentales consultadas, la intención de encomendar su ejecución a Tragsa.
El objetivo de la iniciativa es “una actuación integral para poner en valor la elaboración artesanal de los salazones de Ceuta” en una zona en la que “actualmente las instalaciones se encuentran diseminadas” y se abren durante los meses de primavera y verano en “una serie de puestos desmontables heterogéneos”.
También se mejorarán las condiciones higiénico-sanitarias de las instalaciones con su reubicación y la creación de las condiciones necesarias para permitir “un proceso productivo que se atenga a las prescripciones de los técnicos y siempre dentro de la reglamentación vigente”.
Los responsables del proyecto han planteado una actuación sobre 1.400 metros cuadrados del extremo sur de los 8.369 que tiene de superficie, en total, la explanada.
“El conjunto”, según los autores del plan, “se define mediante dos elementos perimetrales: los grandes bloques pétreos y barreras de protección y una banda vegetal”.
En el interior de ese espacio se dispondrán los puestos para los artesanos “dejando en el centro sitio para la estancia, el centro de visitantes y la circulación peatonal”.
Toda la superficie deberá incorporar “un pavimento continuo que lo diferencie del resto de la explanada y que asegure la seguridad de utilización”. En el centro se habilitará “un gran espacio de sombra con elementos para la estancia de los visitantes”.
En el centro de los puestos de los artesanos habrá un centro de visitantes
El acceso se hará desde el lado norte, anexo al de la playa, “que se respetará tal y como se presenta actualmente”, que a su vez es el extremo más próximo al paseo marítimo, “cerrando el resto del conjunto para garantizar que no accedan vehículos procedentes de la explanada”.
Los puestos de los artesanos (se proponen módulos prefabricados de 6 por 2,5 metros “acondicionados para elaborar salazones) dispondrán un área para el oreo con toldos, elemento que se orientará siempre al interior del conjunto “de manera que los toldos de los puestos individuales queden anexos al central para garantizar el mayor porcentaje de sombra posible”.
Les das 100.000 euros a cada volaera y ya se buscarán ellos la vida. Total, son 8 nada más y 800.000 euros de inversion.
Mucho dinero para que después no entren volaores.