Alrededor de 20 personas se han concentrado en
la plaza de los Reyes, en Ceuta, en forma de protesta por la entrada en la cárcel del rapero Pablo Rivadulla Duró, conocido como Pablo Hasél. Jóvenes que critican, a su juicio, la falta de libertad que ha tenido a la hora de escribir sus letras denunciando que ha sido perseguido injustamente. Incluso, en la manifestación que realizaron el viernes pasado en la misma ubicación, criticaron al Gobierno de la Nación e incluso compararon a España con
Marruecos. Estos jóvenes que han leído un manifiesto no descartan volver a concentrarse en la misma zona para seguir protestando ya que quieren que Pablo Hasél sea excarcelado y pueda dedicarse a sus letras sin contar con el “seguimiento continuo” de la Policía. El rapero, antes de ser detenido, se encerró en el edificio del rectorado de la Universidad de Lleida para dificultar su arresto. Hecho que no consiguió ya que los Mossos consiguieron quitar uno a uno a los manifestantes hasta llegar al cantante y detenerlo. Una detención que ya esperaba el rapero que se presentó ante la Policía con la bolsa de ropa preparada para entrar en la cárcel.
Sobre el rapero pesan varias condenas: la primera, de 2014, de dos años de cárcel por enaltecer en sus canciones el terrorismo de ETA, los Grapo, Terra Lliure o Al Qaeda, y que la Audiencia Nacional dejó en suspenso; y la segunda, de nueve meses de prisión por el mismo delito y otro de injurias a la monarquía y a las fuerzas de seguridad. Pero en su auto la Sala también recuerda que en 2017 fue condenado por un delito de resistencia o desobediencia a la autoridad, y en 2018 por allanamiento de local. La Sala vuelve a recordar que Hasél “claramente no cumple” uno de los principales requisitos para suspender la ejecución de la condena: haber delinquido por primera vez.