La superpoblación de gatos en Ceuta es un problema que no se resuelve de la noche a la mañana. Esto lo tiene claro la presidenta de
la Asociación Protectora de Animales y Plantas, Victoria Santana, quien destaca que si bien desde principios de este año “se están haciendo esterilizaciones masivas”, los resultados son a medio plazo. Explica que si se esteriliza al 80% de la población de gatos callejeros que existen actualmente en un periodo de un año o año y medio, será en cinco años cuando se verán los resultados, “pues los animales van falleciendo de causas naturales y al no reproducirse, el número disminuye notablemente”. Santana asegura que “está comprobado que la única manera de controlar efectivamente la superpoblación de gatos es castrar de manera masiva. Es decir, si la población de gatos en Ceuta que está ahora mismo entre unos seis y siete mil gatos aproximadamente, para que sea productivo tienes que esterilizar el 80% de la población en cuestión de un año o un año y medio”. La presidenta de la Protectora recalca que las campañas de esterilización de gatos callejeros son la única alternativa viable para afrontar el problema, tomando como ejemplo lo hecho en otros países “que están mucho más avanzados que nosotros en el tema de protección animal”. Recuerda que estas campañas “no se hacían en el tiempo y en la forma para que diese buenos resultados”, destacando que
la Ciudad financiaba un número inferior al adecuado, lo que era insuficiente para disminuir la población felina. Pero comenta que afortunadamente en este camino han surgido apoyos, entre ellos la gran colaboración de la Fundación Brigitte Bardot, “que ha financiado varias campañas de castración”. La presidenta de la Asociación Protectora de Animales y Plantas añade que la situación de los gatos es mucho más compleja que la de los perros, entendiendo que por ejemplo cuando se trata de casos de abandono, en muchas de las situaciones alguien es responsable en el caso de un perro, mientras que en el caso de los felinos se trata de “una superpoblación brutal” de gatos callejeros, que viven en la vía urbana y que no tienen propietario. “Aparecen muchos gatos que necesitan de atención veterinaria y a nosotros en la Protectora de Animales,
Sanidad no nos permite recoger ya más gatos de los que tenemos”. Santana informa que en estos momentos son 120 gatos los que se encuentran en sus instalaciones, pero con un problema adicional y es que el 95% de ellos padecen de rinotraqueítis felina, cuyo tratamiento requiere de medicamentos que son costosos, además de
consultas veterinarias que son caras, algo que se afronta con recursos que son limitados, por lo que se necesita una mayor colaboración. “Un gato con rinotraqueítis puede vivir perfectamente en una casa sin síntomas, pues se trata lo que es la enfermedad y aunque es portador del virus, no tiene porqué manifestar síntomas, lo que pasa es que en la Protectora todos o casi todos tienen rinotraqueítis, de manera que nunca terminan de curarse porque están en contacto continuo con el virus, y cuando no está malo uno, está malo el otro”. Las complicaciones vienen dadas además porque una rinotraqueítis puede derivar en otro tipo de patologías más graves como neumonía o bronquitis, lo que se traduce en un alto índice de mortalidad porque se complica con otro tipo de infecciones. Sin embargo, Santana afirma que los felinos que se encuentran en las instalaciones de la asociación “están atendidos totalmente, eso está muy gestionado, pero nos encontramos con ese hándicap de que los gatos no terminan nunca de curarse al estar en contacto constante con el virus”. En líneas generales, ante la imposibilidad de que la Protectora pueda acoger a más gatos, están asociaciones como Comunidad Gatuna “que es la que se encarga de atender a los gatos callejeros”. Asimismo, Santana se refiere a otras iniciativas particulares de voluntarios “que también van recogiendo gatos y buscándole casas de acogida”, lo que representa un alivio importante. Finalmente, habla de las colonias controladas en la ciudad, en las que el cuidador tiene la obligación de alimentar a los animales de una manera limpia con alimentos apropiados y con una serie de premisas. “Dependendiendo del sitio, Sanidad tiene conocimiento de cada una”, recalca.