Tras seis meses de cierre obligado por el caso de rabia acaecido el pasado mes de junio, la Protectora de
Animales abrirá finalmente sus puertas el próximo lunes día 30 y no el sábado 28, fecha en que finaliza oficialmente el periodo de cuarentena impuesto por las autoridades. El motivo es que al no ser el sábado un día laborable, no es posible rubricar el decreto de apertura, por lo que la apertura definitiva se trasladará al lunes.
Al igual que en la Protectora, también ese día se llevará a cabo el levantamiento de los seis meses de cuarentena en el parque de perros, recinto que fue clausurado tras conocerse el caso de rabia de un cachorro procedente de
Marruecos que tuvo que ser sacrificado tras pasar varios días en las dependencias de la entidad.
Con la apertura de estas instalaciones culmina así el periodo de reclusión de los animales allí recogidos o la suspensión de los paseos que varios días a la semana llevaban a cabo los voluntarios, pero lo que aún no se restablecerá es el traslado de perros y gatos desde la Perrera Municipal a la Protectora, según han informado a El Faro fuentes de la Consejería de
Sanidad. Las dependencias del zoosanitario municipal se encuentran saturadas debido a la recogida de animales callejeros que no han podido ubicarse en la Protectora y que, pasado un tiempo, se trasladaban hasta la entidad animalista, algo que no se llevará a cabo por ahora.
Lo que sí continuará promocionándose desde la Perrera municipal son las adopciones que hace unas semanas comenzaron en colaboración con la clínica Reinoso y los dos establecimientos de que dispone. Algunos voluntarios se encargan de trasladar a perros y gatos hasta dichos comercios a fin de intentar buscarles adopción.
Por otra parte, la Ciudad ha negado que sea obligatoria la vacunación antirrábica para aquellos voluntarios que, a partir de ahora, quieran acudir a las dependencias de la Protectora para ofrecer su ayuda. Sí es cierto que en su día la Consejería de Sanidad adoptó las medidas pertinentes entre aquellas personas que habían estado en contacto con el cachorro contagiado de rabia procediendo a la vacunación de las mismas, aunque ahora no será necesario inocular a aquellos que quieran subir hasta la Protectora.
Por otra parte, se ha implantado una nueva medida consistente en un libro de registro de entrada y salida a estas dependencias y en el que se anotará tanto a las personas como animales que accedan o salgan de las instalaciones. Es un modo de mantener un control exacto de los movimientos que se llevan a cabo en esta entidad y evitar así hechos como los ocurridos el pasado mes de junio.