El Gobierno garantiza la máxima protección sanitaria en los alojamientos a extranjeros

La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha asegurado que el Ejecutivo estatal garantiza la máxima protección sanitaria en los entornos donde se aloja a extranjeros, en el caso de Ceuta, el CETI, los centros de menores, los pabellones La Libertad y Santa Amelia así como próximamente el campamento en las inmediaciones del Serrallo.

Esta garantía de seguridad, ha explicado Montero, incluye el control de las medidas de aislamiento, el distanciamiento social, la prevención mediante la higiene de manos y aquello que las autoridades sanitarias recomiendan para todos los colectivos y, especialmente, para aquellos que se encuentran en una situación de mayor concentración de personas como pueden ser centros de internamiento, penitenciarios y cualquier otro entorno en el que tengan que convivir.

Comunicación con Marruecos "fluida y permanente"

En cuanto a si el Gobierno de España está teniendo algún tipo de conversación con Marruecos sobre sus ciudadanos atrapados en España, Montero ha respondido a El Faro de Melilla que el Ministerio del Interior trabaja de forma “intensa” en todos los entornos pero, fundamentalmente, en los que tienen que ver con la protección de nuestras fronteras y concretamente de nuestra frontera sur

La portavoz gubernamental ha subrayado que la comunicación con el Gobierno de Marruecos “sigue siendo fluida y de forma permanente” para hablar a continuación de todos los lugares en los que se hospeda a extranjeros en España. Por tanto, ha llamado a la calma en relación con esta situación sanitaria y ha reiterado que, por supuesto, “seguiremos colaborando con el conjunto de nuestros países vecinos porque se trata de una pandemia global”.

Preocupación por África debido a sus sistemas de salud

En el caso de África, ha señalado Montero, no se trata de un continente donde la cifra sea “tan elevada”, pero España, “desde nuestra solidaridad con este continente hermano”, se asiste con “preocupación a que se puedan producir incrementos de cifras, sobre todo, en los países de África que tienen una mayor vulnerabilidad en sus sistemas de salud y que, en algunos de ellos, son prácticamente inexistentes.