La entrada en la Fase 0 de la desescalada anunciada por el Gobierno ha supuesto un nuevo cometido para los voluntarios
de Protección Civil de Ceuta. Desde esta semana, los vehículos de este cuerpo recorren las vías por donde más afluencia hay en las horas estipuladas por las autoridades sanitarias para la práctica deportiva y las salidas de personas adultas y mayores: por las mañanas, de 06:00 a 10:00, y por las noches, de 20:00 a 23:00. Juan Moreno Crespo, presidente de la Asociación de Voluntarios de Protección Civil, lo resume en una palabra: “recordar”. Que lo que tienen que hacer los vecinos es respetar la distancia de seguridad y el horario; que no se mezclen menores con adultos, sobre todo con mayores que son grupo de riesgo; que se cumplan los horarios establecidos para evitar males innecesarios. Moreno recorre junto a su compañera Horia,
los dos ataviados con sus correspondientes mascarillas solidarias y guantes, la carretera de la frontera mientras suena por megafonía una grabación que no parece tener el efecto deseado: “Atención, atención, les habla la Ciudad Autónoma de Ceuta. Les recordamos que deben mantener la distancia de seguridad y respetar los horarios y las condiciones establecidas por las autoridades sanitarias para el uso de la vía pública. Su colaboración es imprescindible para que podamos velar por su salud y su seguridad. Gracias”. Multitud de personas transitan por la avenida de Martínez Catena, algunos haciendo deporte, otros andando. Producto de la estrechez de la calzada, la mayoría sin guardar la distancia de seguridad aconsejada para evitar contagios de una pandemia que sigue haciendo estragos en nuestra ciudad.
Una imagen que a ambos integrantes de Protección Civil les duele. “Parece ser que la gente esto no se lo toma como debe tomárselo, con la importancia que tiene. En lo que son las medidas que no pueden ir acompañados de niños menores, ahora mismo, pues no lo están llevando a efecto. ¿Qué pasa? Que la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local que son los que pueden sancionar estas cosas, hoy (por este miércoles) les han dicho que tienen que llevar a rajatabla la ley para que este confinamiento cause efecto y podamos tener una salida bastante digna para todos. Pero sobre todo para que no tengamos un repunte y que tengamos que volver a confinarnos en casa”. Estos días si cabe es más importante el cometido de los voluntarios que componen Protección Civil. Ahora es cuando de verdad se pone a prueba la responsabilidad de los vecinos con el fin de que nuestra ciudad pueda avanzar en las fases de la desescalada. Volver lo antes posible a la normalidad que se perdió hace casi dos meses.
En este nuevo escenario de estado de alarma, tanto las fuerzas de seguridad como distintas organizaciones cumplen su cometido por el bien de la salud pública. Para estas personas que sacan horas de su tiempo libre para servir a la sociedad, el pico de trabajo comienza desde el comienzo del estado de alarma. “Hemos estado haciendo de todo. Ayudamos a los militares a montar los polideportivos; repartimos comida a las personas que no pueden salir de sus viviendas por ser grupos de riesgo o aislados en sus domicilios por tener coronavirus; hemos estado también fumigando la zona de la vivienda donde se encuentran los contagiados; ayudamos en el reparto de las mascarillas de la Delegación, de Policía Nacional, Cruz Roja…”, resume Moreno mientras conduce en dirección a Recinto Sur y Sarchal.
Para que se sobrellevase mejor el confinamiento, los propios voluntarios tuvieron una iniciativa que se volvió viral. Dos integrantes del cuerpo, entre los que estaba Horia, se disfrazaban de personajes de la Patrulla Canina y acudían a distintas calles de toda la ciudad para felicitar a los más pequeños y, también, a los más mayores. En estos días han cambiado la música de Parchís por la grabación apelando a la responsabilidad de todos. “Hemos tenido que dejar de hacer cumpleaños porque no podíamos llegar a los entre 25 y 30 cumpleaños que teníamos que hacer diariamente”.
El reto más difícil en 40 años de servicio
Los seis voluntarios de Protección Civil compaginan esta labor social con sus trabajos. Una dedicación que en este momento les roba horas de sueño y les hace exponerse constantemente al virus. Desde los vehículos, pero también desde la central y desde la Ciudad Autónoma, se coordina el operativo de cada día que sacan adelante las personas que componen este cuerpo. Las jornadas, con este escenario, se suelen eternizar. Moreno calcula que puede comenzar en torno a las ocho de la mañana y extenderse hasta las diez u once de la noche. “Y el teléfono siempre está encendido”, añade. Este hombre forma parte del colectivo considerado de riesgo por Sanidad. “Tengo mi familia y todo el mundo me dice que yo soy una persona de riesgo y que debería estar confinado. Pero llevo en Protección Civil más de 40 años y no me voy a quedar en mi casa. La verdad que estoy contento de poder estar haciendo esta labor con mis compañeros”. Un escenario para los voluntarios de Protección Civil que “no se ha vivido nunca”. Moreno recuerda los incendios, las inundaciones, las búsquedas de desaparecidos… pero jamás un contexto como este: un virus que ha cambiado las vidas de todos. Desde su experiencia, percibe la importancia del momento que vive la sociedad ceutí. Por eso, por todo el tiempo que dedica cada día al bienestar de sus vecinos, le “indigna” ver desde su casa en la barriada de Benítez a gente “que no cumple lo que debe cumplir”. “Van pegados unos a otros. Que todo el tiempo que llevamos metidos y confinados no haya servido para aprender me indigna. Espero que luego no tengamos que arrepentirnos de haber podido salir a la calle de nuevo”. Para acabar con la pandemia la mejor vacuna es la responsabilidad de todos. Por los agentes de las fuerzas de seguridad, por los voluntarios de organizaciones humanitarias que están asistiendo a colectivos vulnerables o de riesgo ante el coronavirus, por los sanitarios que están en primera línea, y por los trabajadores de los establecimientos de primera necesidad como supermercados y farmacias. Por todos ellos, no hay que relajarse. Para volver a disfrutar de todo aquello que se paralizó, los voluntarios de este cuerpo recuerdan la importancia de un mensaje que llevan a todos los rincones de la ciudad cada día. “En nombre de Protección Civil en nombre de lo que me toca recorrer, pienso que todos los ciudadanos debemos hacer caso a todo lo que el Gobierno precisamente está llevando a efecto para que podamos salir cuanto antes mejor y vivir una vida digna como la vivíamos antiguamente”.