Impotencia. Esto es lo que sienten los 25
voluntarios de
Protección Civil que recorren Ceuta desde las siete de la mañana hasta las once de la noche en varios turnos. Son voluntarios a los que en muchas ocasiones les resulta complicado compaginar sus trabajos y su vida personal con esta labor social, en la que muchos llevan más de 30 años. Una dedicación que en este momento les roba horas de sueño y les hace exponerse constantemente al
virus.
Desde sus vehículos, pero también desde la central y desde la Ciudad Autónoma, se coordina el operativo que cada día sacan adelante. Son quienes se están ocupando de ayudar en todo aquello que pueda mejorar la vida de los ceutíes y de recordar, una y otra vez, que deben guardar las distancias de seguridad y que ninguna excusa vale para no llevar la mascarilla. El virus sigue estando ahí.
“La Ciudad Autónoma de Ceuta les informa que según recomendaciones sanitarias el uso de las mascarillas es obligatorio tanto en espacios abiertos como cerrados. Se debe mantener la distancia social de dos metros, la importancia del lavado de manos y tener un cuidado especial con las personas vulnerables. Juntos saldremos adelante”, repite una y otra vez la megafonía cada día.
No son sanitarios, pero sí han estado y están en primera línea de batalla. Su labor en estos meses de pandemia ha sido igual de necesaria. “Es el mayor operativo que hemos tenido a lo largo de nuestra historia. Esto no ha acabado, sino que seguimos. Y desde la Dirección General de Emergencias y Protección Civil es un esfuerzo importante el que se está haciendo. Además es una situación que no hemos vivido antes y en la que llevamos casi siete meses”, comentó el vicepresidente de la Asociación de Voluntarios de Protección Civil, José Antonio Méndez Ríos.
Estos días si cabe es más importante el cometido de los voluntarios que componen Protección Civil. Vigilan que se cumplan las distancias en las puertas de los colegios. “Nos pidieron desde la dirección si podíamos durante estos días, hasta que se incorpore casi todo el personal de la Policía Local, vigilar algunos centros escolares. En total, estamos cubriendo seis centros y hemos estado haciendo tanto la entrada como la salida de los dos turnos para que los niños no se aglomeren y se mantenga la distancia social, algo que en algunos es complicado por donde están ubicados y por la estrechez de las calles”, continuó.
Voluntarios de Protección Civil. Son 25 los que cada día recorren la ciudad recordando la obligatoriedad de llevar mascarillas
También toman la temperatura cada fin de semana en las comuniones. La Vicaría solicitó la colaboración de este cuerpo que se encarga de tomar la temperatura a los asistentes, así como sus datos “para si en caso de que se diera un posible positivo” facilitarle el trabajo a los rastreadores y “que puedan saber las personas que han asistido ese día a las comuniones”.
También, ayudan en el Hospital de la Cruz Roja a realizar las pruebas PCR a los inmigrantes que llegan a Ceuta. “Acompañamos al personal sanitario principalmente para facilitarles la labor y, junto a la Cruz Roja, etiquetamos todo lo que son las pruebas de cada inmigrante”, señaló el vicepresidente de Protección Civil.
Un papel importante han tenido también durante las repatriaciones ayudando a las mujeres a transportar sus pertenencias. “Hubo un aviso de que se iba a repatriar a estas mujeres y desde la dirección nos dan indicaciones de que había que montar para esa noche 50 camas. Una vez que finalice el pase hacia Marruecos de las personas que quedan pues se desinfectarán y las volveremos a guardar en el almacén general”, prosiguió.
Tanto en este operativo como en todos los relacionados con el coronavirus la colaboración entre los tres cuerpos ha sido y es fundamental. “Existen unas reuniones de Delegación del Gobierno con todos los cuerpos, en las que se informa de la evolución de la pandemia en Ceuta y qué medidas hay que adoptar, y todo eso se coordina entre los responsables de esos cuerpos. Juntos sumamos, y nunca mejor dicho, porque es como se está haciendo”, explicaron.
Sobre si consideran que deben endurecerse aún más las sanciones y las restricciones la respuesta es clara y “sobre todo en algunas zonas” de la ciudad. De nada vale que en el centro esté todo el mundo con mascarillas si cuando van al campo exterior no las lleva nadie.
Multitud de personas transitan por las calles de la ciudad. Producto de la estrechez de muchas de ellas, la mayoría sin guardar la distancia de seguridad aconsejada para evitar contagios de una pandemia que sigue haciendo estragos en nuestra ciudad y lo peor, muchos sin mascarilla. Una imagen a la que están acostumbrados, pero aún les duele.
Para acabar con la pandemia la mejor vacuna es la responsabilidad de todos. Para volver a disfrutar de todo aquello que añoramos, los voluntarios de este cuerpo recuerdan la importancia de un mensaje que llevan a todos los rincones de la ciudad cada día.
‘Rebrote’ de botellones con jóvenes sin mascarilla
“No son conscientes realmente de que existe un virus mortal, no mantienen las distancias y se toman a la ligera lo de las mascarillas” Han sido frecuentes las imágenes cada fin de semana de botellones en la Marina y en los miradores de la ciudad, que incluso podrían ser un foco de infección. Ahí, avisando a los jóvenes de que no podían estar ahí también han estado los voluntarios de Protección Civil. Esta ha sido una de las actividades que más trabajo les ha dado. “Entiendo a la juventud que quiera divertirse, pero por otro lado entiendo a la Administración que pone las normas para evitar las aglomeraciones. No son conscientes realmente de que existe un virus mortal. Los ves a diario y no mantienen las distancias de seguridad y se toman un poco a la ligera lo de las mascarillas. La llevan mal puesta o llevan un paquete de pipas para decir que no la llevan porque van comiendo. No son conscientes e intentamos hacer cambiar esa idea, aunque nos cuesta”, siguió.
Diferencias “notables” entre barriadas
Si se tomara la decisión de confinar barriadas “lo verían bien”, además de más presencia policial Lo cierto es que hay diferencias en cuanto al cumplimiento de las medidas de seguridad entre las barriadas y la zona centro. Algunas como Hadú y Príncipe Alfonso son el verdadero quebradero de cabeza de estos voluntarios. Jóvenes sin mascarillas y fumando cachimbas son la estampa constante cada fin de semana. “En el centro se cumple bien porque hay mayor presencia policial pero en el campo exterior, por ejemplo en la zona del Príncipe hacemos pasadas y el 90 por ciento de la gente va sin mascarillas”, señaló José Antonio Méndez. La decisión de confinar algunas barriadas no les compete. Ellos solo cumplen órdenes, pero si fuera así lo verían bien. “Nosotros como voluntarios acatamos las órdenes que se nos dan, pero si tienen que cerrar o no cerrar será porque es la mejor decisión que se puede tomar”. Pero reconocen que hay zonas en las que sí se debería endurecer la presencia policial “porque hay por las que estamos todo el día pasando a cada cinco minutos y los mismos están allí sin mascarilla, poniéndola y se la quitan a los dos minutos. Y esos son los que hacen que al final el resto tampoco lleve mascarillas”.
Su labor no es la de poner sanciones
“Algunas veces, aunque en contadas ocasiones, hemos tenido que llamar a agentes de la autoridad porque recibimos insultos” Ceuta es de las regiones donde más sanciones se han puesto durante el estado de alarma por el mal uso de las mascarillas. Pero aún así no cala en la gente. Estos voluntarios se resignan cuando alguien, aún recordándole que debe llevarla correctamente, no quiere hacerlo. “Principalmente nuestro cometido es informar a la población. La Ciudad nos facilita locuciones en la que se va diciendo cuáles son las normas sanitarias. Hay mucha gente que dice que esto es un invento y no entendemos esa actitud negacionista de querer negar lo evidente cuando hay mucha gente que ha muerto y muchos que se siguen contagiando y de todas las edades”, insistió el vicepresidente de la Asociación de Voluntarios de Protección Civil. Su labor no es la de poner sanciones, sino simplemente informar y recordar. Pero en muchas ocasiones, han necesitado pedir ayuda a Policía Nacional, Local o Guardia Civil. “Algunas veces, contadas porque normalmente a la gente que le dices que se la ponga se la pone, pero un par de veces hemos tenido que llamar a agentes de la autoridad porque recibimos insultos o nos dicen que quiénes somos nosotros para mandarles, entonces informamos”.
Parques y pistas deportivas
“Cientos” de niños y jóvenes se reunían cada fin de semana en el Parque de la Marina Ahora con el nuevo decreto que entró en vigor el pasado 28 de septiembre han tenido que cerrar los parques infantiles y pistas deportivas. Una normativa que parece que no todos los ceutíes quieren cumplir. Aunque reconocen que el Parque de la Marina se desalojaba en pocos minutos y perfectamente, cada fin de semana se encontraban con cientos de niños y jóvenes sin mascarillas. “Nosotros lo que estamos haciendo es prestar apoyo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad principalmente, revisando que todo el precintado esté correctamente y si está partido o mal colocado pues lo volvemos a colocar”, explicó José Antonio Méndez. Sobre todo, en algunos sitios del campo exterior, que tras colocarlo, se lo encuentran partido. “De hecho, en algunos casos lo ponemos y después nos llegan vídeos de que a los cinco minutos lo han roto. Suelen ser jóvenes que no entienden, pero tenemos que tratar de evitar que esta curva siga subiendo tanto”, continuó.