Es un ángulo muerto en cuanto al ocio en Ceuta y en el resto del país. Si bien las imágenes de aglomeraciones en discotecas o bares de copas donde no se cumplen las
recomendaciones sanitarias no cesan de aparecer durante este verano, hay otro punto de la noche o del día (según los casos) sobre el que se pasa de puntillas y en el que las medidas se incumplen como requisito: son los clubes de alterne o la prostitución. Preguntado al respecto, el jefe del Servicio de Medicina Preventiva del
Hospital Universitario de Ceuta (HUCE), Julián Domínguez, subraya que este tipo de actividades en las que “se está en contacto con múltiples personas” y que, continúa, “no son imprescindibles en estos momentos” no debieran “estar autorizadas”. “Personas que estén en contacto con muchas otras personas, en estos momentos, si no son actividades imprescindibles para la sociedad, y yo entiendo que eso no es así, en este caso por una parte no deben estar funcionando locales de este tipo. Por otra, es imposible en estas circunstancias el respeto a la distancia física y a la higiene de manos, y también al uso de mascarilla. Por tanto, entiendo que no son actividades que en este momento debieran estar autorizadas”, argumenta Domínguez. Una profesión en la que, prosigue, “estamos arriesgándonos o arriesgando a otras personas”. Y advierte de que si se da un caso de una persona que “puede estar con múltiples parejas” podría transmitir o crear “un brote tremendo”. Apela a la “solidaridad personal respecto a nuestros semejantes” para no recurrir, o intentar no hacerlo, a este tipo de actividades. Sobre si se ha puesto encima de la mesa de las autoridades sanitarias en Ceuta esta cuestión, al menos por parte del Servicio de Medicina Preventiva del
Ingesa no ha sido el caso. “No hemos recibido ningún tipo de consulta al respecto”, contesta Domínguez, y añade: “Y si la hubiéramos tenido, hubiéramos actuado respecto a la determinación de serologías u otro tipo de pruebas, PCR o las que fuesen, pero referidas a contactos específicos”. Una medida, por tanto, insuficiente debido a que no se podría estar realizando una PCR a cada contacto personal que hubiese tenido una persona que se dedique a esta actividad.
Una actividad que continúa y genera protestas de los vecinos
La prostitución continúa y lo hace a la vista de los vecinos. Todavía se siguen viendo mujeres que ejercen, sentadas en bancos o paradas de autobús, esperando que pare algún cliente. Las que trabajan en clubes continúan con su normalidad: así lo aseguran vecinos de distintas barriadas que han trasladado sus quejas hasta este periódico, preocupados por el tránsito de personas que entran y salen de estos lugares y que se preguntan si se realiza algún tipo de control sobre estos sitios. Incluso se puede comprobar cómo, a través de internet, también hay mujeres que continúan ejerciendo en nuestra ciudad. En una búsqueda rápida, se pudo comprobar como decenas de ellas colgaban anuncios a fecha de este viernes para ofrecer sus servicios sexuales.