El Gobierno de
Marruecos prorrogó este jueves por noveno mes consecutivo el "estado de emergencia sanitaria" hasta el próximo 10 de enero, cuando el país acumula 364.000 casos de contagios y 5.985 muertos por la COVID-19. La decisión, aprobada por decreto tras el Consejo de Gobierno semanal, se anuncia siete días antes de que expire el actual estado de emergencia, el próximo jueves. Este decreto habilita a los walis (gobernadores) y prefectos de las diferentes provincias del país a tomar las medidas necesarias para proteger el orden sanitario, como el cierre de ciudades o barrios, la restricción horaria de circulación o la limitación en la apertura de comercios. Aunque el país ha superado en bastantes casos los 5.000 contagios diarios, en los últimos días la cifra parece remitir y la tasa de letalidad (1,7 por ciento sigue siendo baja), pero la infraestructura sanitaria del país es limitada, sobre todo en lo referente a camas de reanimación.
Las fronteras del país siguen cerradas en sus pasos terrestres
Las fronteras del país siguen cerradas en sus pasos terrestres, tal es el caso de Ceuta y Melilla, y con un número limitado de vuelos en sus aeropuertos, siendo obligatorio para cualquier visitante (por turismo, negocios o visita familiar) presentar un test PCR con validez máxima de 72 horas. El Gobierno podría anunciar en breve una campaña masiva de vacunación, ordenada por el rey Mohamed VI el pasado 10 de noviembre, de la que aún no se conocen los detalles, aunque se sabe que serán vacunas producidas por la china Sinopharm y la británica AstraZeneca. La campaña de vacunación cubrirá a una población de más de 18 años según un esquema de vacunación en dos inyecciones, y dando prioridad al personal de salud, las autoridades públicas, las fuerzas de seguridad, el personal educativo y las personas con edades avanzadas o más vulnerables al virus. Pero falta conocer la fecha de comienzo de las vacunas y cómo se garantizará su transporte hasta Marruecos y su conservación.