Propuestas razonadas y razonables: municipalización del servicio de autobuses

Primero fue que Caballas sólo critica y no realiza propuestas, después que las propuestas no son razonadas ni razonables, y al final será que la abuela fuma y no hay para tabaco. El Gobierno de Ceuta no se aclara. La Municipalización del servicio de autobuses es una propuesta razonada y razonable, claro está, cuando las cosas se hacen de una forma razonada y razonable. Me refiero con esto último a que por ejemplo la empresa privada que gestionaba los aparcamientos de zona Azul, tenía unos beneficios anuales que rondaban los 200.000 euros y cuando este gobierno la municipalizó y multiplicó por 10 la plantilla de trabajadores, entonces fue deficitaria, prácticamente desde el primer minuto. Eso, evidentemente no es razonado ni razonable. Como no es razonado ni razonable, ni ético, la utilización de las empresas municipales que hace este gobierno como primera y gran herramienta para el enchufismo de allegados, amigos y familiares.
Algunos dicen:”Estos de Caballas critican el sobrecoste que suponen las empresas municipales y proponen municipalizar los autobuses, estos no se aclaran”. Querido amigo que piensa así, cuando se utilizan las empresas municipales como lo hacía el GIL en Marbella, un entramado para el nepotismo y para poder realizar gastos de forma más automatizada que como se puede hacer desde la administración, donde existen más filtros, eso es criticable, más aún cuando se antepone el enchufismo y el compadreo a ofrecer unos servicios dignos a los ciudadanos. Se da por entendido que se debe acabar con eso.
La mayoría de las ciudades cuentan con un servicio de transportes públicos. Por ejemplo, en Madrid donde se privatiza todo, ni tan siquiera se plantean privatizar el servicio de autobuses y metro, porque se trata de un servicio público esencial.
La diferencia entre una empresa privada y una empresa pública es que la primera tiene como finalidad lícita la obtención de beneficios, la segunda no. La primera los beneficios, para ser justos, una parte de estos se reparten entre sus socios, el resto (lo lógico) es que se invierta en mejorar los servicios, pero claro está eso siempre y cuando esa mejora sea necesaria para diferenciarse de la competencia, cuando sólo existe una empresa que preste un servicio, pues como las lentejas ‘si quieres las comes y si no las dejas’. En la segunda, en la empresa municipal, de obtener beneficios, estos se utilizan para invertir en mejorar los servicios y en el caso de repartir beneficios entre los socios, al ser el único socio el Ayuntamiento, ese dinero engrosa las arcas municipales, en nuestra Ciudad maltrechas desde hace tiempo, debido a una gestión desastrosa en los últimos 12 años.
Un servicio de transporte público hace que se anteponga al ciudadano al negocio. Actualmente la empresa de autobuses factura anualmente 4,5 millones de euros, hay zonas a los que no llegan, para ir de una zona de la ciudad a otra hay que coger dos o incluso tres autobuses pagando cada uno de los viajes. Esos 4,5 millones son ingresos provenientes del precio de los billetes, puesto que aunque existan bonos para pensionistas y estudiantes, la diferencia del precio del billete lo abona la Ciudad, es decir, lo pagamos todos. Y pese a ello, desde hace meses, por ejemplo hay estudiantes a los que no se le renueva el bonobús porque según la empresa la Ciudad les debe dinero, eso si, esa no renovación o recarga del bono es del todo aleatoria, a unos se les recarga a otros no. La empresa obtiene unos 500.000 euros anuales de beneficio y cuenta con 73 trabajadores. Lo razonable, aparte de que la Ciudad tiene el reglamento guardado en un cajón desde hace dos años y que según dicen no existe convenio regulador, sería la municipalización.
Esta podría conllevar que se bajase el precio del billete, se cambiase el servicio radicalmente, en lo referente a rotaciones, horarios, trayectos, vehículos adaptados a distintas zonas de la ciudad a las que no se accede actualmente, la existencia de un tiempo razonable (por ejemplo 45 minutos o una hora desde el abono del billete) durante el que no se debiese pagar otro billete, o como mínimo sólo pagar una cantidad simbólica. Por ejemplo para ir desde San Amaro o desde Benzú al nuevo Hospital se debe coger un autobús que te lleve al centro y otro hasta el hospital pagando dos billetes.  
Todo esto y mucho más, es posible, eso si haciéndolo de una forma razonada y razonable, quizás la forma de actuar de este desgobierno hace que al pensar en una municipalización piensen en un sobrecoste puesto que si lo hiciesen ellos de 73 trabajadores se pasarían a 100 o 120 en un plis, y como suelen hacer al final habría más jefes que indios, pero eso que es lo que suele hacer este desgobierno, no es razonado ni razonable, como casi todo lo que hace.