“Ahora empieza una nueva vida”. Esa es la frase. La frase más sonada, para la que se han estado preparando años incluso; en algunos casos, más de una década. Ellos son los diez elegidos. Los diez afortunados que después de ocho años renovarán el Cuerpo de
Bomberos de Ceuta. Después de tres meses de formación, el próximo miércoles día 12, Jesús Barreiro, Nacho Sacaluga, Jaime Barreiro, Jesús Martín, David Rodríguez, Andrés del Río, Javier Navas, Jesús Dorado, Alejandro Rodas y Jesús Mata se incorporarán al Cuerpo como un bombero de carrera. No ha sido fácil, ni mucho menos, coinciden. Constancia, esfuerzo y voluntad para alcanzar una profesión que a más de la mitad le viene de familia. Durante años han tenido que renunciar al mundo exterior. “Tu vida es la oposición”, comentan. “Ha sido psicológicamente muy duro porque estudias para un examen del que desconoces la fecha”. Pero, sin duda, el esfuerzo ha merecido la pena. Se impusieron al más de centenar de candidatos que se postularon a las pruebas. “El factor suerte influye”, señalan algunos. Otros, como Jesús Mata, discrepan y manifiesta que “la suerte no viene sola, hay que buscarla”. Sea cual sea la clave, quizá ni ellos lo saben. Todavía no dan crédito a la etapa que está a punto de comenzar. “Yo estoy todavía en una nube”, dice Javier Navas. Pero lo afrontan con el espíritu que define al Cuerpo: “Compromiso y vocación, mucha vocación”, agrega Alejandro Rodas. De ella esperan cumplir con su compromiso de servicio al ciudadano. “Porque un bombero es una persona multifunción”, dice Jesús Barreiro, el número uno de la promoción. Para la ciudadanía son superhéroes. Pero ellos consideran que su figura está demasiado idealizada. “No es un ser superior, ni hacemos milagros. Es un ciudadano más con la preparación adecuada”. Preparados y cargados de ilusión ya se encuentran para ponerse al servicio de la ciudad.
Javier Navas
“Hasta que pasen unos años, no seré consciente de lo que he conseguido”
Es el trabajo con el que más se siente identificado, asegura Javier Navas. Un joven de 24 años que dejó aparcada la carrera de Magisterio para centrarse en unas oposiciones que han dado sus frutos. “Ha sido constancia, trabajo y dedicación”, comenta. Años de sacrificio que reflejaron su nombre en la lista de los diez elegidos. “Yo no me había enterado, vinieron mis padres pegando saltos y mi sensación fue de quedarme en blanco, sonreía sin saber por qué, todavía no me lo creo. Hasta que pasen unos años no seré consciente de lo que he conseguido”.
Jesús Martín
“Me llamaron y me dijeron: ¡Enhorabuena, estás dentro!, lloré como un niño pequeño”
Jesús Martín ha sido, antes que bombero, profesor de Educación Física. Sin embargo, la profesión a la que se dedicará a partir de ahora y hasta el resto de su vida, o así lo espera, le despertó la vocación desde su más tierna infancia cuando desde su casa veía salir los camiones de bomberos. Un sueño, una ilusión, que se ha hecho realidad. “Me llamaron y me dijeron ¡Enhorabuena, estás dentro! lloré como un niño pequeño”.
Jesús Dorado
“Mi tío era bombero, un día me llevó al Parque y lo tuve claro”
A Jesús Dorado la profesión también le viene de familia. Desde la distancia veía a los bomberos como superhéroes y un día tuvo claro que quería ser como uno de ellos. “Mi tío era bombero, me llevó al Parque y lo tuve claro, quería ser como él”. Sin embargo, el proceso para llegar hasta la cima no ha sido un camino de rosas. “Ha sido frustrante en ocasiones, pero también lo he disfrutado. Me lo he pasado bien y si te gusta lo haces”.
David Rodríguez
“Por la edad que tengo esta era mi última oportunidad. De no aprobar, el sueño se hubiera desvanecido”
David Rodríguez es el nuevo integrante de más edad. Tiene 34 años y era ahora o nunca. “Por la edad que tengo esta era mi última oportunidad. De no haberlo conseguido, el sueño se hubiera desvanecido”. Un sueño que, confiesa, llegó un poco tarde. “Un día hice un examen de conciencia, tenía 22 años y me dije: lo tuyo es ser bombero”. Desde entonces han transcurrido doce años de “mucho esfuerzo, estudio y sufrimiento. Lo he pasado mal porque nunca sabes si saldrán las plazas y, además, si lo vas a conseguir”. Por ello, el día que le dieron la noticia es uno de los más importantes de su vida, manifiesta. “Es un pelotazo. Te lo dicen y no te lo crees y, a día de hoy, sigo sin creérmelo”. Jesús Barreiro, Nacho Sacaluga y Jaime Barreiro “Somos ya seis en la familia y vienen más, si seguimos a este ritmo podremos formar un Parque. Los bomberos Sacaluga”
“Es una satisfacción súper grande ver que todo el esfuerzo tiene su recompensa pero, por encima de todo eso, el haber entrado los tres, que ninguno se haya quedado fuera”, asegura Nacho Sacaluga en referencia a sus primos Jesús y Jaime Barreiro. Los tres están dentro y, además, lo hicieron con las mejores notas de la promoción. No era para menos porque les viene de familia. “Hemos visto la vida del bombero desde pequeños”, comenta Jesús. Primero fue su padre y, detrás, vinieron otros primos. Ahora ya son seis, pero esta generación de bomberos promete llegar a ser más grande. “Hay más familiares que aspiran a entrar, como sigamos a este ritmo vamos a formar un Parque. Los bomberos Sacaluga”, comentan entre risas.
Andrés del Río
“Lo tenía claro desde que era un niño. Siempre lo vi como el mejor oficio del mundo”
A sus 23 años el benjamín de la promoción nunca barajó otra profesión a la que dedicarse en el futuro. “Siempre la vi como la mejor profesión del mundo. En el colegio me ponían junto a un extintor y me llamaban el bombero”, bromea Andrés del Río. Desde que finalizó sus estudios secundarios no se ha dedicado a otra cosa que a prepararse para la oposición. “Será mi primer trabajo”, comenta. Un proceso que no se le ha hecho tan duro como a otros compañeros, pero la noticia la recibió al igual que ellos. “Lloré, lloré mucho. Recuerdo que mi madre estaba haciendo lentejas y dijo: ¡Que les den, nos vamos a celebrarlo!”.
Jesús Mata
“Un bombero, en resumidas cuentas, es un superhéroe”
“Un bombero, en resumidas cuentas, es un superhéroe. Mi padre es bombero y siempre lo he vivido en casa”, cuenta Jesús Mata que se ha estado preparando para este puesto desde el año 2008. “El que se lo proponga lo tiene que tener muy claro. Siempre tienes la esperanza de conseguirlo, pero hay diez plazas y gente muy preparada que se ha quedado fuera. Yo he buscado la suerte con mucho esfuerzo y sacrificio”. Tal ha sido su sufrimiento que cuando recibió la noticia se quedó inmóvil. “Me llamó mi padre y me dijo : ¡Enhorabuena bombero! No sabía que hacer, si llorar, reír, me quedé normal, parecía que no había conseguido nada. No daba crédito”.
Alejandro Rodas
"Mi padre es lo más grande, es un mi ejemplo y he seguido sus pasos"
De familia, de cuna le viene a Alejandro Rodas la profesión. “Mi padre es bombero. Es lo más grande, mi ejemplo desde pequeño y he seguido sus pasos”, confiesa Alejandro Rodas, que junto a su progenitor ha acudido al Parque desde que tiene uso de razón . Sin embargo, asegura que ahora las sensaciones cuando entra son bien diferentes. “El primer día que fui tras haber aprobado parecía que nunca había estado allí. Me dije, ahora no vienes a ver a tu padre, ahora eres uno más”. Para llegar hasta allí han pasado días de “llorar y de desesperación” de los que asegura que hubiera sido imposible superar sin el apoyo de sus familiares. “Ellos tienen todavía más mérito”.