Procesa reservará 1,5 millones de sus Presupuestos de 2023 para la “adquisición de autobuses eléctricos de última generación”, en Ceuta, que permitan a la Ciudad “converger el sector transportes con los objetivos y metas nacionales y europeas del Plan Objetivo Climático 2030-2050”.
La administración local asumirá a finales de diciembre la gestión directa del servicio de transporte público en autobuses urbanos, que pasará a depender de Amgevicesa tras más de medio siglo en manos de la empresa Hadú-Almadraba como concesionaria.
La financiación de esa partida en las cuentas de la Sociedad de Desarrollo correrá a cargo de transferencias de capital de la Ciudad.
Los autores de la memoria económica elaborada para la municipalización plantearon tres escenarios de inversión: la adquisición en propiedad de 10, 18 o 26, en todos los casos 18 híbridos y también 8 o 16 convencionales.
El coste de adquisición estimado asciende a las cantidades de 250.000 euros por vehículo convencional nuevo y de 350.000 euros por vehículo híbrido nuevo. A los efectos de amortización de los elementos de transporte se fijó un coeficiente lineal máximo del 10% y se estimó, además, en los tres modelos planteados, la compra de un nuevo sistema de validación y venta cuyo coste alcanza el importe de 500.000 euros.
El esfuerzo de amortización y pago de intereses que debería asumirse cada ejercicio (decreciente) partía de entre 610.000 y 1,2 millones de euros al año.
Amgevicesa explica en su proyecto de Presupuestos para el año que viene que pretende hacerse con una flota de 26 autobuses (idéntico número al que ahora tiene Hadú-Almadraba con una edad media de 11 años cada uno) y el alquiler de una nave (por 192.000 euros durante todo el próximo ejercicio) para llevar a cabo la prestación de ese servicio.
La sociedad municipal prevé ingresar 2,2 millones de euros por la venta de billetes.
La gestión del servicio en su totalidad costará a la empresa municipal algo más de 4 millones de euros. Los gastos de personal consumirán algo más de 2,7 millones incluidas las retribuciones y las cuotas a la Seguridad Social del personal, entre otras partidas.
Solamente el gasto en combustible se llevará otros 625.000 euros, mientras que los repuestos y suministros para los vehículos saldrán por 200.000, según las previsiones realizadas.
“La forma de gestión mediante sociedad mercantil local implica un ahorro considerable que se incrementa conforme aumentan usuarios del servicio”, razona la memoria, que ha calculado un beneficio industrial promedio de 0,03 euros por viajero por parte de Hadú-Almadraba, lo que representa un ahorro en la prestación del servicio de 138.668,11 euros anuales, si bien, atendiendo a los resultados del año 2019, último año “normal”, es razonable esperar “que sea superior”.
Con un horizonte de concesión de cinco años, el coste por billete manteniendo el modelo externalizado oscilaría entre 95 céntimos y 1,06 euros.
En manos de Amgevicesa, sin embargo, con previsibles mejores condiciones de financiación y sin necesidad de garantizar beneficio industrial, oscilaría entre 88 y 98 céntimos.
“La forma de gestión mediante sociedad mercantil local implica un ahorro considerable que se incrementa conforme aumentan usuarios del servicio”, razona la memoria, que ha calculado un beneficio industrial promedio de 0,03 euros por viajero por parte de Hadú-Almadraba, lo que representa un ahorro en la prestación del servicio de 138.668,11 euros anuales, si bien, atendiendo a los resultados del año 2019, último año “normal”, es razonable esperar “que sea superior”.
Solo para compensar las pérdidas de la concesionaria la Ciudad abonó más de 660.000 euros en 2021 y 466.218 durante la primera mitad de este año.
El servicio de autobuses urbanos marcó en 2009 su máximo histórico de viajeros con 6,5 millones. Desde entonces su número fue descendiendo año tras año hasta 2019, cuando bajó por primera vez de 5 millones. En 2020 y en 2021 la pandemia y el cierre de la frontera dejó su número de usuarios en 2,6 y 2,3 millones, respectivamente. En 2023 se prevé volver a 5 millones.
La línea 7 de la frontera ha sido “fundamental a los efectos de la viabilidad de la explotación del servicio” porque ha representado “prácticamente, el 50% del número total de viajeros, así como de los ingresos del mismo”.
Además, generaba beneficios que sostienen otras líneas de carácter deficitario, como las líneas 1 o 5. En 2019 la utilizaron para llegar o salir de la frontera 2,4 millones de pasajeros, un 47,9% del total.
La memoria económica que sustentó la municipalización del servicio planteó tres modelos de inversión en la renovación de la flota de autobuses urbanos con la compra de 10 vehículos híbridos en cualquier caso más 8 o 16 convencionales, según el alcance de la apuesta que decidiese hacer la administración a razón de 250.000 o 350.000 euros por unidad.
Los ingresos por recaudación, que se estiman en 2,2 millones de euros, no llegarán a cubrir ni de lejos los costes laborales de la plantilla del servicio de autobuses, que se cifran algo por encima de 2,7 millones al año cuotas a la Seguridad Social incluidas.
La Sociedad de Desarrollo Procesa reserva 1,5 millones en sus Presupuestos de 2023 para comprar “autobuses eléctricos de última generación” que permitan al sector transportes de la ciudad “con los objetivos y metas nacionales y europeas del Plan Objetivo Climático 2030-2050”.
Los recursos económicos que financian el estado de gastos del proyecto de Presupuestos para el ejercicio 2023 de Amgevicesa, cuyo importe ascenderá a 14,5 millones de euros, se resumen en transferencias corrientes de la Ciudad Autónoma de Ceuta por importe de 9,8 millones, transferencias de capital de la matriz de la administración por un montante de 600.000 euros, ingresos propios (procedentes de la gestión de la zona azul, los autobuses y la recaudación de aparcamientos subterráneos) por importe de 3,9 millones y el reintegro de préstamos al personal (90.000).
Actualmente, más del 50% del total de viajes en transporte público que se hacen en la Comunidad de Madrid, cuya Empresa Municipal de Transporte empezó a incorporarlos en 2018, se realiza a través de vehículos eléctricos. El objetivo de Barcelona es incorporar más de 400 autobuses eléctricos, de hidrógeno e híbridos de cara a 2024. Zaragoza prevé invertir 150 millones en diez años para sustituir todos sus autobuses por no contaminantes (ahora dispone de 352 unidades de las que 111 son vehículos híbridos y 4, cero emisiones) y en Pamplona el 40% ya está electrificada. Badajoz opera con 15 automóviles eléctricos y este año sumará otros siete.
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