La autoridad judicial ordenó la entrada en
prisión del detenido en la tarde de este viernes en la barriada de
Hadú, después de que agentes de la
Policía Nacional de paisano detectaran su presencia en la zona de la Cuesta Parisiana,
comenzando una persecución que terminó con su arresto, ante la vista de todas las personas que en ese momento estaban en la calle. Contra el detenido pesaba una ejecutoria por lo que se ordenó su traslado a la prisión de Mendizábal ya que tendrá que responder en sede judicial por la causa por la que se le estaba buscando. A las dos de la tarde se procedió a su ingreso en la cárcel. No ha trascendido el motivo por el que se le buscaba, al menos de manera oficial. Termina así esta intervención en la que los agentes participantes actuaron prácticamente por sorpresa, al ver a esta persona por la calle. Aunque llevaba mascarilla, los agentes le reconocieron, dándole el alto para proceder a su detención, ya que se le estaba buscando. La calle estaba llena de gente, de testigos que pudieron presenciar cómo esta persona empezó a correr al sentirse reconocido. Pero esa escapada no fructificó ya que los policías prepararon de inmediato una particular encerrona, persiguiéndolo hasta darle alcance en la zona de Hadú, en donde tuvieron que reducirlo ya que opuso gran resistencia a su arresto. Desde allí fue trasladado a las dependencias de la Jefatura Superior de Policía a la espera de su puesta a disposición judicial del Juzgado de Instrucción número 6, que tuvo lugar en la mañana de este sábado.
La intervención terminó sin mayores consecuencias, más allá de la aparatosidad de todo lo relacionado con este suceso. Hay un dato curioso, y es que esta persona estaba siendo buscada por los agentes pero, a pesar de ello, salió a la calle, pero lo hizo con mascarilla. Como muchos otros individuos a los que, por ejemplo, les constan requisitorias y que, si bien antes se escondían y solo salían de noche o madrugada, ahora están a plena luz del día, tapando sus rostros con la obligada mascarilla y algún tipo de prenda en la cabeza como una gorra.
No es algo casual, ya se han dado varios casos de localización de personas a las que les constaban cualquier tipo de busca y que si antes hubiera sido complicado dar con ellos, ahora se tiene constancia de su mayor presencia en las calles.