La magistrada del
Juzgado de lo Penal número 2 ha condenado a B.H. a un año y un día de prisión y 120 euros de multa por un delito de robo con violencia y dos leves de lesiones, además de indemnizar a la perjudicada con la cantidad de 336 euros. Por otra parte, por un delito leve de hurto ha condenado a Y.H. a pagar 45 euros. Los hechos se remontan al pasado 30 de julio en la tienda Springfield donde los condenados orquestaron el robo de varias prendas de ropa. Mientras uno de ellos paseaba por el establecimiento, el otro accedió al probador para retirar la alarma de las prendas e introducirlas en su mochila.
Tras ser requerido por una de las dependientas para que enseñara su interior, Y.H. se dio a la fuga mientras que B.H. mostró una actitud agresiva, por lo que una segunda empleada procedió al cierre de la persiana hasta la llegada de la Policía. Uno de los clientes que fue testigo de los hechos intentó retenerle, aunque logró zafarse y pidió que lo dejaran marchar. En ese momento y al volver a pedirle la mochila, B.H. mostró una actitud agresiva contra la trabajadora empujándola y golpeándole las manos, lo que le provocó varias lesiones. A una tercera empleada le propinó un patada que la hizo chocar contra un perchero y caer al suelo. La sentencia a la que ha tenido El Faro hace alusión a unos hechos “perfectamente acreditados” en base a las declaraciones “coherentes y reiteradas”, tanto de las trabajadoras como de una cliente que fue testigo directo de los hechos y que manifestó que esa tarde vio como una de las empleadas le requería a B.H. que le mostrara el interior de la mochila después de que la dependienta comprobara que en el interior del probador había varias alarmas tiradas en el suelo. Corroboró igualmente que el joven había agredido a las dos trabajadores cuando éstas intentaban recuperar las prendas sustraídas. Frente a estas declaraciones testificales verosímiles y coincidentes con lo manifestado en el Juzgado de Instrucción se opone la incomparecencia de los acusados al juicio para negar los hechos o, al menos, para alegar en su defensa en relación a los mismos.
Otra de las pruebas en las que se basa la sentencia condenatoria es el informe médico forense que determinan las lesiones sufridas por ambas trabajadoras y que son perfectamente compatibles con lo narrado en la vista oral.