La titular del Juzgado de lo Penal número 2 condenó ayer al marroquí A.L., acusado de un robo con violencia y un delito leve de lesiones, por unos hechos acontecidos el pasado 5 de marzo en la calle Isabel Cabral. La condena, fijada por conformidad después de que el acusado reconociera los hechos, es de 2 años de prisión. Al carecer de antecedentes quedó suspendida y se ordenó la expulsión del condenado, trámite que deberá llevarse a cabo cuando se dé por finalizado el Estado de Alarma, al ser imposible la comunicación fronteriza con el vecino país.
Los hechos a los que hace referencia esta sentencia, que suma a los 2 años de cárcel el pago de 150 euros de multa, se produjeron en la noche del 5 de marzo de este año, cuando componentes de la Policía Nacional consiguieron interceptar a A.L., de 25 años, después de que le robara un teléfono móvil a otro marroquí al que conocía. Hubo forcejeo entre ambos que derivó en unas lesiones leves. Tras hacerse con el celular, escapó pero fue alcanzado por la Policía en la calle Alcalde Fructuoso Miaja. La detención fue practicada por agentes de Seguridad Ciudadana.
La vista fijada ayer se saldó con una conformidad lo que evitó la celebración de juicio, toda vez que el acusado reconoció los hechos y asumió la pena acordada entre el Ministerio Fiscal y su Defensa. Lo hizo a través de videoconferencia llevada a cabo entre el Juzgado de lo Penal y la prisión de Mendizábal, en donde se encuentra desde el día de los hechos.
Al carecer de antecedentes, la pena de 2 años quedó suspendida, aplicándose una orden de expulsión del territorio nacional durante tres años. La misma es imposible de ejecutar en el momento al haber un cierre prorrogado de la frontera, pero será notificada a la Policía para que, en cuanto se levanten estas medidas, pueda ser entregado a Marruecos.
De por vida..., Esta carroña fuera.