El Tribunal de Primera Instancia de Marrakech, en el sur de Marruecos, ha condenado a seis personas a entre tres meses y dos años y medio de prisión
por haber practicado abortos clandestinos con píldoras adquiridas en España. Según el texto del veredicto, la corte condenó al acusado principal en este caso, un estudiante de medicina, a dos años y medio de prisión, y a un
joven piloto, que traía las píldoras de España, a un año y medio. El Tribunal emitió una condena de un año de prisión firme contra otros dos estudiantes de medicina, y decidió inhabilitar de por vida a los tres médicos implicados en este caso. Asimismo, condenó a otras dos personas, una de ellas una mujer juzgada por practicarse un aborto a sí misma, a tres y a diez meses de cárcel. Cada condenado fue imputado por diferentes delitos: practicar abortos, mantener relaciones sexuales extramatrimoniales, falsificar recetas médicas y consumir drogas, entre otros cargos.
Medicamento usado para enfermedades artríticas o reumatoides
El medicamento utilizado por los condenados, con el nombre de Arthrote, se adquiere solo con receta médica y sirve para combatir enfermedades artríticas o reumatoides, pero entre sus efectos secundarios está el de provocar contracciones en el útero que pueden causar la pérdida del feto en caso de embarazo. Según la Asociación Marroquí para la Lucha contra el Aborto Clandestino (AMLAC), entre 600 y 800 abortos se practican ilegalmente en el país cada día, a veces en clínicas clandestinas que reúnen ciertos estándares y otras veces llevados a cabo por curanderas con métodos caseros sin la menor garantía médica. En Marruecos, la práctica del aborto es ilegal -salvo que peligre la vida de la madre- y está penada con hasta diez años de cárcel; actualmente, un proyecto de ley contempla ampliar los supuestos legales de la interrupción del embarazo a cuando el feto sea fruto de una violación, de incesto o tenga malformaciones congénitas.