K.A.M., alias ‘Markitos’, pasó a disposición judicial y clamó su inocencia durante la declaración. Sus familiares adelantaron que la próxima semana habrá un careo. El detenido como presunto instigador del apedreamiento del domingo pasado en el Príncipe Alfonso, en el cual fueron agredidos varios agentes de la Guardia Civil además de provocar daños a un vehículo oficial, pasó ayer a disposición judicial. El magistrado decretó ayer prisión preventiva para K.A.M., apodado ‘Markitos’ o ‘Dibania’, en el Centro Penitenciario de Los Rosales hasta el lunes.
El arrestado por la Benemérita es una de las once personas imputadas en la ‘Operación Duna’, de la cual quedó en libertad bajo fianza después de unos tres años como recluso. En esta ocasión, este vecino del Príncipe volvió a clamar su inocencia durante la declaración prestada en los juzgados de la ciudad autónoma. Su entorno más próximo adelantó que la próxima semana está previsto un careo con los guardias civiles que actuaron aquella tarde, sin perjuicio de que el magistrado pueda llamar a otros testigos de la trifulca, añadieron las mismas personas.
K.A.M. reconstruyó ante el juez los acontecimientos de la tarde de la algarada. Sus parientes comentaron que él se encontraba en una mezquita de la barriada junto a un cafetín llamado ‘Sambo’, el cual también frecuentó el domingo, cuando estalló el ataque contra el grupo de guardias civiles. Unas 50 personas, algunas provistas de pasamontañas para ocultar su identidad, comenzaron, sin que existiera motivo razonable alguno, un masivo y desproporcionado lanzamiento de piedras y objetos contundentes que impactaron de forma directa contra el vehículo de la Guardia Civil, según el parte oficial de este atentado contra los agentes de la autoridad.
Su familia defiende que K.A.M. cuenta con multitud de testigos ya que se encontraba con ellos a la salida del templo y, añaden, declararán a su favor. Más tarde, continúan las mismas fuentes, el supuesto gancho para manipular a los jóvenes incitándoles a provocar unos delitos que, por su condición de menores, tienen un castigo judicial mínimo, volvió a su domicilio. Tras estar con su esposa e hija, continuaron los mismos círculos, acudió junto a la pequeña a un parque infantil ubicado en el Príncipe Felipe, donde terminó la tarde hasta regresar a su residencia.
Sus seres queridos, quienes se muestran afectados porque K.A.M. se ha visto involucrado en un incidente “en el que no participó”, subrayaron, esperan la vista del lunes para volver a reencontrarse con él. En cuanto a la sospecha de que este ceutí es uno de los propulsores del desorden de la semana pasada, los familiares negaron esta posibilidad y apuntaron a que los vándalos que protagonizaron el apedreamiento son exclusivamente muchachos. Sin embargo, a tenor de las investigaciones abiertas en estos momentos, las autoridades analizan la participación de adultos en estas acciones premeditadas que nacen de una organización previa y con el objetivo de evitar que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado actúen en la barriada para proteger a los delincuentes.
Los disturbios del domingo comenzaron cuando los agentes, en un control en Loma Colmenar, observaron la llegada de un vehículo ocupado por el conductor y un acompañante, sobre el que habían dado aviso de que, presuntamente, había sido sustraído en la barriada Miramar. Al dar la indicación de parada en el punto de verificación, el conductor aceleró apresuradamente para internarse en el Príncipe, donde se produjo la agresión.
Este sospechoso de intervenir en el apedreamiento carece de carné de conducir, reconocieron sus parientes, aunque aclaró que en ningún momento utilizó la furgoneta en la que fue detenido, sino que se encontraba en el vehículo estacionado a la espera de un amigo, propietario y conductor del mismo, con quien fue a recoger a los niños al colegio. Contrasta con la versión de la Guardia Civil, en la cual figura que K.A.M. opuso una fuerte resistencia cuando “iba conduciendo un vehículo, careciendo de permiso que le posibilitara para ello, por lo que igualmente se le han instruido diligencias por un delito contra la seguridad del tráfico”.
“Le tienen ganas por la Operación Duna” No dudan en el motivo de su detención: “Le tienen ganas por la Operación Duna”, señala su familia, aunque sin especificar quién experimenta esta animadversión. K.A.M. es uno de los vecinos del Príncipe acusados de pertenecer a una célula radical islámica. El juez Baltasar Garzón decretó su puesta en libertad bajo fianza en enero del año pasado. Los parientes de los imputados desvelaron que la práctica de la religión se confundió en la barriada con una radicalización de su ideología.