Uno de los subsaharianos que ingresaron el 26 de julio en el CETI.
La asociación Independientes de la Guardia Civil (IGC) ha solicitado, como medida cautelar, el ingreso en prisión del conjunto de los 602 inmigrantes subsaharianos que saltaron la valla de Ceuta utilizando métodos que acabaron hiriendo a un total de siete agentes.
Lo ha hecho a través de un escrito al Juzgado de Instrucción nº 5 de Ceuta, donde presentó también la querella criminal en la que señalaba al grupo como grupo por delitos de atentados a agentes de la Autoridad, de lesiones y desórdenes públicos.
Tras la denuncia, la IGC ha solicitado, "dada la violencia y extrema peligrosidad de los atacantes", el internamiento de los 602 subsaharianos en un Centro de Internamiento Cerrado o en el nuevo Centro Penitenciario de Ceuta, el cual han recordado que "se encuentra vacío y por estrenar en sus dos terceras partes" y que "está dotado de infraestructuras y comodidades para garantizar los Derechos Humanos de los internos". "Con todo el respeto, están totalmente descontrolados, lo que supone un riesgo para la población y genera una sensación subjetiva de temor e indefensión", han expuesto.
Esta asociación de la Guardia Civil ha aprovechado las devoluciones a Marruecos de los inmigrantes llegados en el salto a la valla del miércoles para argumentar que existe "desigualdad en el tratamiento jurídico" respecto a los del pasado 26 de julio. El Gobierno ya intentó aplicar con algunos de los 602 subsaharianos el acuerdo con Marruecos firmado en 1992, pero el vecino país no aceptó.
"Merecen prisión preventiva por su gravedad, la gran repercusión, la indignación generada por la indefensión total de quienes custodian nuestras fronteras y la especial crueldad y ensañamiento de los atacantes que, aunque bien conocedores de la falta de medios que tiene España, no dudaron en atacar, herir y quemar a unas Fuerzas de Orden Público que tienen prohibido incluso utilizar material antidisturbios", esgrime el documento. "Los atacantes conocían perfectamente la vulnerabilidad de los guardias y no obstante se ensañaron con ellos causándoles graves daños, innecesariamente".
La IGC ha recordado que los inmigrantes "no han demostrado el mínimo arrepentimiento ni han pedido perdón a sus víctimas", lo que, a su juicio, supone "mayor desprecio y crueldad". FAROTV habló con alguno de los querellados tras su llegada a Ceuta; expusieron, ya en el CETI, que no venían a ser violentos.
La asociación ha expuesto como precedente el ingreso en régimen de internamiento hace unos meses y para estrenar el nuevo Centro Penitenciario de Archidona en Málaga de un gran contingente de argelinos, también inmigrantes ilegales. El objetivo de ese ingreso era, alegan, "evitar el riesgo de fuga y con el fin de que fueran repatriados y devueltos con todas las garantías a Argelia, como así se hizo".
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