Fue uno de los sucesos que más relevancia mediática tuvo el verano pasado en Ceuta. Pero la tuvo no por la gravedad en sí, sino también por las mentiras que difundieron partidos políticos y medios de comunicación en cuanto a la calificación de los hechos y las medidas judiciales que se habían adoptado.
Esta es la historia de una víctima de violencia de género que a finales de julio de 2021 denunciaba las lesiones y malos tratos que había sufrido por parte de quien era su pareja, un joven natural de Tetuán (Marruecos), identificado como M.E.A., y con el que mantenía una relación. La gravedad de las lesiones sufridas llevaron a que la autoridad judicial ordenara su ingreso en prisión a la espera de juicio, ya que además de amenazar había usado un cuchillo que posicionó en el cuello de la joven a modo de amenaza. ¿Qué hizo Vox? Utilizar que la víctima tenía una relación de trabajo con una oenegé y el autor era extranjero para buscar la combinación perfecta en redes sociales, alentado además por publicaciones de algunos periodistas que llegaron a calificar los hechos como una tentativa de homicidio, es decir, más que lo visto y analizado por la Fiscalía.
Si ya se había buscado la combinación perfecta, el portavoz de Vox Ceuta, Carlos Verdejo, mintió difundiendo un mensaje en redes sociales con el siguiente texto: “Ya lo tenemos en la calle, a ver cuánto tarda otra ONG subvencionada en darle calor”. Era mentira, M.E.A. no estaba en la calle, hoy mismo ha sido conducido ante el juez titular del Juzgado de lo Penal 2 de Ceuta desde la cárcel de Mendizábal y ha sido condenado a 5 años de prisión y 14 años y 9 meses de alejamiento. Nada que ver con la mentira nunca corregida de Vox y esa condena ha sido por lesiones agravadas y malos tratos, nada tampoco que ver con la inventada calificación difundida por los medios en un verano en el que calentaron los ánimos de quienes redujeron esto a una historia paralela e incendiaria.
El acusado ha reconocido los hechos y, que discutió con quien era su pareja y con ánimo de atentar contra su integridad comenzó a golpearla en la cara y cuello. Tras una conformidad entre las partes se ha dictado sentencia condenatoria de 2 años de prisión por delitos de lesiones agravadas y 5 más de alejamiento; 9 meses de prisión por cada uno de los 3 delitos de maltrato en el ámbito familiar de los que se le acusaba, a lo que se suma la prohibición de acercamiento y porte de armas durante 2 años y 3 meses por cada delito. A todo ello se añade otros 9 meses de prisión por maltrato habitual y otros tres años más sin portar arma y de alejamiento. Como responsabilidad civil se impone el pago de 1.890 euros por las lesiones sufridas y 2.000 por los daños morales más las costas. Ante la gravedad de los hechos y viendo que se supera los dos años de condena, el Ministerio Fiscal se ha opuesto a la suspensión de la condena, por lo que seguirá en la prisión en la que lleva desde verano de 2021.
Los hechos ajustados a la verdad, no lo que algunos medios publicaron
Los hechos en concreto se produjeron el 29 de julio de ese año, cuando el ahora condenado estaba en la vivienda compartida con su pareja en la barriada de Los Rosales. Allí discutió con ella y profirió frases amenazantes del tipo “un día te voy a matar” o “tú quieres que me metan preso o qué”. Le golpeó posteriormente en cara y cuello y llegó a posicionar un cuchillo en su cuello pero, deja claro el informe del Ministerio Fiscal, “sin poner en peligro” la vida de la joven, aunque sí causando “temor y desasosiego”. Una relación de hechos que nada tiene que ver con la lectura mediática que se hizo de que el ahora condenado “había intentado degollar” a la víctima, lo que de hecho se habría traducido en otra calificación distinta. Las lesiones sufridas fueron acordes a las recogidas en el escrito del Ministerio Fiscal y ajustadas al delito de lesiones agravadas por el que el implicado ha sido condenado. Además se ha tenido en cuenta que días atrás se había producido una discusión en el hogar compartido y más lesiones. Un mes antes a los hechos también se produjeron golpes. Una cadena de hechos que lejos de ser aislados, verifican la existencia de una conducta habitual del condenado con insultos, amenazas que merman la calidad de vida de la víctima. Por eso no solo recibe una condena así sino que también por eso nunca salió de prisión, como dijo Vox, dejando en evidencia, o pretendiéndolo, una falta de cobertura judicial protectora como la que se había dado en este caso.
O sea, que según el ministerio fiscal, poner un cuchillo en la garganta de una joven solo causa desasosiego, no hay peligro de muerte…🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣
La condena tenía que ser al revés , 14 años y nueve meses a prisión y 5 de alejamiento!!!! Pero claro en este país de pandereta así nos va …….