Se enfrentan a penas de entre 2 y 8 años de prisión al existir peligro para la vida
La pareja de marroquíes que fue detenida el pasado viernes por la Guardia Civil, al hallar un joven subsahariano oculto dentro del salpicadero, ingresó ayer en prisión preventiva. Será el tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta el encargado de juzgarles, enfrentándose a penas que pueden oscilar entre 2 y 8 años de cárcel.
Tras la puesta a disposición judicial de los detenidos, se ha puesto de manifiesto el peligro para la vida que existió en este intento de pase, ya que al subsahariano se le ocultó en un hueco preparado de reducidas dimensiones, dentro del salpicadero del turismo. De esta manera se cruzó la frontera, soportando las tradicionales colas de primera hora de la mañana y sin tener capacidad de salida por sus propios medios de haberse producido cualquier incidencia. De hecho, cuando los agentes de la Guardia Civil abordaron el coche, a la altura de Arcos Quebrados, tuvieron que recurrir a asistencia sanitaria después de que el joven guineano presentara síntomas de asfixia.
Las condiciones en las que son obligados a cruzar resultan infrahumanas, pero hoy por hoy la entrada en un ‘coche patera’ se ha convertido en la más explotada por las pequeñas redes que operan a uno y otro lado de la frontera. En el caso de marras, los detenidos (un hombre y una mujer de Tetuán y Castillejos) llegaron a cruzar la frontera pero fueron interceptados por los agentes dedicados a controlar este tipo de entradas. Se sospecha, aunque no se ha podido demostrar, que podrían haber facilitado la entrada de más inmigrantes de esta forma, ya que en este delito convertido en un auténtico negocio trabaja un grupo concreto de personas a uno y otro lado del Tarajal.