Desobediencia grave a la autoridad y atentado. Estos son los dos delitos por los que deberá responder ante un juez un vecino de Marruecos que, en los preludios de esta pasada Nochevieja, no solo quiso darse a la fuga de
la Guardia Civil de Ceuta sino que además terminó causando daños a la embarcación oficial. Ahora espera en una celda de la
cárcel de Mendizábal a ser llamado para juicio, después de que
el juzgado de instrucción número 2 ordenara su entrada en prisión preventiva. Tal y como han explicado fuentes judiciales a este periódico, el marroquí pilotaba una embarcación que levantó sospechas a la Benemérita, cuyos agentes adscritos a la Unidad del Servicio Marítimo procedieron a intentar interceptarla para su identificación.
Cruces de una bahía a otra intentando la escapada
El sospechoso pasaba de la bahía norte a la sur, huyendo de la embarcación oficial hasta que pudo ser alcanzada por el Instituto Armado, no sin antes dejar en evidencia una persecución no exenta de riesgos ya que la embarcación oficial terminó sufriendo daños. Tras su detención y presentación en el juzgado, se ordenó su entrada en la cárcel de Mendizábal a la espera de juicio, debiendo responder de la
comisión de dos delitos: uno de desobediencia grave a agentes de la autoridad ya que a pesar de las advertencias no detuvo su marcha y otro de atentado, debido a los daños provocados producto del choque entre las embarcaciones. No se han detallado las razones que motivaron la actitud del ocupante de la embarcación. Tanto el detenido como la embarcación que ocupaba fueron trasladados a la base del Servicio Marítimo para su identificación y posterior evacuación a los calabozos antes de su presentación ante la autoridad judicial. En el pasado año la Benemérita se hizo con varias embarcaciones que estaban siendo empleadas para la comisión de delitos por parte de sus ocupantes.