Cuatro años de prisión. Esa es la pena que aceptó este martes el llamado J.A.C.H., vecino de Ceuta, que el pasado 14 de julio fue detenido por la Guardia Civil cuando pretendía embarcar con 72 kilos de hachís ocultos en su vehículo, acompañado además de toda su familia y dos menores. Ministerio Fiscal y Defensa alcanzaron una conformidad y el acusado se reconoció culpable de un delito contra la salud pública, asumiendo la condena de 4 años de cárcel y el pago de 114.000 euros en concepto de multa equiparable al valor de la droga que le fue intervenida.
Desde el 14 de julio, J.A.C.H. estaba en prisión preventiva a la espera de juicio. Esa tarde de domingo embarcaba en su vehículo modelo Mercedes en dirección a la Península, provocando las alertas entre los agentes de la Compañía Fiscal sobre la posibilidad de que ocultara droga. Tras un registro exhaustivo del vehículo, se encontraron 72 kilos repartidos en el interior del hueco natural de la rueda de repuesto y dentro de una maleta. De inmediato se procedió a su detención, pero también a la de dos mujeres familia directa suya mientras que dos niños que viajaban con la unidad familiar eran trasladados al área de menores.
J.A.C.H. asumió entonces la comisión del delito sin conocimiento previo de los demás y este martes lo hizo ante la titular del Juzgado de lo Penal número 1 que dictó sentencia condenatoria y firme. En la condena se tuvo en cuenta como agravante la notoria importancia.
Esta detención se llevó a cabo en pleno desarrollo de la Operación Paso del Estrecho y ante un elevado trasiego de vehículos y personas por el puerto de Ceuta en dirección a Algeciras, vía que suele ser empleada por algunas personas para intentar la comisión de delitos como es el tráfico de hachís pero, también, el de personas sin documentación.
En lo que va de año la Benemérita ha decomisado más de 4 toneladas de hachís y aunque el mayor grueso ha sido en embarcaciones también ha repuntado en coches.
Visto para sentencia una resistencia
Visto para sentencia quedó un juicio celebrado este martes por una resistencia y lesiones que presuntamente había causado un súbdito marroquí, llamado M.A., que no se presentó a la vista señalada. El único agente que declaró, que había sufrido lesiones en una mano, indicó que el servicio se estaba llevando a cabo en el ‘Tarajal II’ para hacer “cacheos esporádicos” a quienes entran en Ceuta. A uno de estos marroquíes le paró para pedirle la documentación, produciéndose un empujón y posterior forcejeo, que derivó en una lesión que el agente sufrió en una mano. Portaba una bolsa con polvos blancos que en la refriega desapareció y nunca se pudo saber qué era.