Afrontar esta crisis del coronavirus que ha sorprendido a todo el país es complicado, hacerlo dentro de una prisión requiere de importantes dosis de trabajo y profesionalidad. En la de Mendizábal conviven cientos de presos y trabajan otros tantos funcionarios, lo hacen intentando buscar esa combinación en la que se logre la fórmula mágica: tranquilizar a los presos, a sus familiares y garantizar la seguridad tanto de internos como de trabajadores.
Desde del centro penitenciario de Ceuta, su director, Pablo García Pacios, en declaraciones a El Faro de Ceuta, quiere transmitir a familiares y amigos de los internos un mensaje de “calma y de tranquilidad”, un mensaje “claro, rotundo, contundente, nítido y transparente”. “Puedo afirmar, sin ningún género de duda, que la situación actual en el interior del Centro Penitenciario es de absoluta normalidad, tanto en el plano sanitario como en el regimental”, explica.
A día de hoy, en la cárcel no hay internos que hayan dado positivo en coronavirus. “Dentro de las medidas implementadas por la Dirección, se han habilitado dos zonas en el Centro Penitenciario para casos de aislamiento sanitario, por si fuera necesario: una en el departamento de ingresos y otra en la enfermería. Únicamente tenemos al día de la fecha 12 internos en aislamiento sanitario o cuarentena (todos asintomáticos), como medida de carácter cautelar y preventivo, decretada por periodo de 14 días, la mayoría de ellos por tratarse de internos que han ingresado recientemente procedentes de libertad en virtud de mandamiento judicial, ingresados por agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, indica. “Solamente contamos con un caso en investigación entre la población reclusa, tratándose de un interno que ha recibido todas las atenciones médicas -incluso evacuación al servicio de urgencias del Hospital-, y del que los sanitarios han diagnosticado bajo sospecha de COVID-19; ahora mismo se encuentra asintomático, a la espera de recibirse los resultados de la prueba”, detalla García Pacios.
En relación con los empleados públicos, después de todas las pruebas realizadas, “tenemos 2 con resultado positivo por coronavirus. Ambos están en aislamiento domiciliario y se encuentran bien de salud. Asimismo tenemos 8 compañeros en cuarentena, todos ellos asintomáticos, algunos de ellos desde el mismo momento en el que han desembarcado en Ceuta, por encontrarse en la Península antes de las restricciones de acceso a la ciudad autónoma. A todos se les ha apercibido desde el Centro Penitenciario de la obligación de guardar cuarentena en sus domicilios, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias locales”, explica.
El director de la prisión destaca que la asistencia sanitaria que reciben los internos es “de calidad, individualizada, personalizada y diaria, hasta el punto de que hay internos que asisten a la consulta médica programada todos los días, incluso sin cita previa, sin restricciones de ningún tipo, cada vez que lo demandan. Los internos son atendidos por los miembros de los servicios sanitarios, cuyo equipo está integrado ahora mismo por 2 médicos, para atender a una población reclusa de 343 internos, lo que supone una ratio más que razonable. Además, contamos con 3 enfermeros y 2 auxiliares de enfermería y, a la mayor brevedad posible, contaremos con un auxiliar de enfermería más, que será contratado por interinidad”.
Las críticas vertidas en algunos foros no casan con la realidad de una prisión que se ha ido amoldando a una situación sobrevenida para garantizar la atención a los internos, lo que repercute directamente en alcanzar la sensación de tranquilidad en sus familias.
“Cuando tomé posesión como director del Centro Penitenciario de Ceuta, el 26 de febrero, me encontré con 0 médicos de los 3 que figuran en la Relación de Puestos de Trabajo: uno, había fallecido recientemente -el insigne Dr. Ajaj-, lo que supuso un auténtico drama para todos los compañeros del Centro pero también para los internos, pues a su acreditada competencia y valía profesional se unía su calidad humana, compromiso, sacrificio y voluntad de servicio, pero, por encima de todo, su bondad, sensibilidad y lealtad a nuestra Institución; otra, se encontraba en situación de baja médica por incapacidad temporal, que terminó siendo trasladada a un centro penitenciario peninsular; y un tercer médico, también en situación de baja por incapacidad temporal. Ante esta situación, inmediatamente se hicieron las gestiones oportunas, las cuales resultaron fructíferas, y que nos han permitido poder contar en la actualidad con dos médicos. A ello debemos añadir que el Centro Penitenciario de Ceuta ha sido recientemente incluido con una plaza en la convocatoria del proceso selectivo para la selección y nombramiento de personal funcionario interino del Cuerpo Facultativo de Sanidad Penitenciaria. Humildemente considero que no se puede hacer más en menos tiempo, a tenor de la situación en la que se encontraba el Centro a mi nombramiento”, reseña.
García Pacios pone en valor “la profesionalidad de todo el personal del Centro Penitenciario de Ceuta ante esta situación de emergencia sanitaria, tanto personal funcionario como laboral, personal que conforma una plantilla cuyos componentes cuentan con una dilatada trayectoria, con una gran experiencia”.
“Quiero destacar, muy especialmente, el trabajo diario e incansable del personal sanitario, de los funcionarios que integran el área de vigilancia y de los Jefes de Servicio, así como el de los profesionales que componen el Equipo Técnico (Trabajadoras Sociales, Educadores, Psicólogos y Juristas), sin olvidarme del personal de área-mixta, oficinas y personal laboral”, reseña.
Y lo hace en un momento en el que han aflorado informaciones sobre inquietud entre presos y sus familias en las que, uno de los puntos apuntado era la falta de información sobre esta pandemia.
“Se han colocado numerosos carteles informativos en los tablones de anuncios de los Módulos, con las recomendaciones de la OMS, Ministerio de Sanidad y Consejería de Sanidad, pero también con las medidas que se han acordado como consecuencia de esta situación de emergencia sanitaria, no sólo en el plano sanitario sino también en el regimental. Igualmente, diversos profesionales acuden diariamente a los módulos a explicar la situación a los internos, tanto individualmente como en grupo, resolviendo dudas y haciendo mucha pedagogía: los miembros del Equipo Técnico (con los Educadores a la cabeza), los sanitarios, los propios funcionarios de vigilancia, los Jefes de Servicio e incluso los Mandos del Equipo Directivo”, indica el director.
“Se ha incrementado exponencialmente el contacto telefónico con las familias de los internos del Centro Penitenciario, al objeto de transmitirles las medidas aplicadas y la situación de los internos, especialmente de aquellos que se encuentran en aislamiento sanitario/cuarentena, sobre los que se telefonea a diario a las familias para informar de su estado, siempre previo consentimiento escrito del interno para ello. De estas gestiones se encarga eficazmente el Departamento de Trabajo Social”.
Y hablando de información, o mejor dicho de desinformación, los efectos más perniciosos en esta pandemia pueden llegar de las fake news o los bulos, algo que lamentablemente salpica a muchos ámbitos y, también, ha afectado a la prisión.
“Debo condenar enérgicamente los bulos, fake news y acusaciones vertidas en las redes sociales, toda vez que amenazan la ordenada convivencia en el Centro Penitenciario, generando tensión y alarma, y desestabilizan a los internos, pero, sobre todo, a sus seres queridos, además de acusar grave e injustamente al personal del Centro Penitenciario”, explica el director, que no evita su sorpresa sobre cómo la mayoría de las quejas o mensajes de este tipo proceden siempre de una misma área de prisiones, el Módulo 7.
“Sorprende sobremanera que las presuntas quejas que se publican en redes sociales o en determinados medios de comunicación hagan continúa referencia a los internos del Módulo 7, cuando este Centro Penitenciario cuenta a día de hoy con otros 6 módulos más (entre ellos el módulo de enfermería), sobre los que tales publicaciones no hacen referencia alguna y de los que no constan quejas. Y, desde luego, yo no tengo constancia, como tampoco ninguno de los profesionales penitenciarios que prestan servicio en el módulo 7, de que exista una queja generalizada en este módulo, en el que conviven unos 100 internos, más bien todo lo contrario. Desde que se ha iniciado esta situación es cierto que el ambiente no es el habitual y que puede estar algo más tensionado de lo normal, reconociendo que los internos están nerviosos y preocupados, como es lógico, pero si se analiza la cifra de incidentes regimentales acaecidos desde el inicio de esta situación de emergencia sanitaria se constata inmediatamente que la cifra de incidentes acaecidos es prácticamente similar a la del resto del año, por lo que no ha existido un aumento de la conflictividad durante este periodo, si bien es cierto que ello ha sido motivado, en buena medida, por el buen hacer de los funcionarios de vigilancia y de los jefes de servicio”, concreta.
En relación al personal se han adoptado medidas como:
Los cambios también han sido para los internos como:
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