Las administraciones competentes tienen el objetivo principal de hacer de esta OPE una transición segura. No se pueden permitir errores de otros años, ni que Ceuta se ubique en el foco de la polémica porque no se haya tenido previsión sobre lo que puede pasar y terminemos pagando la llegada y posterior bloqueo de miles de magrebíes que buscan únicamente volver a sus lugares de origen.
Las escenas vividas tercermundistas no tienen cabida y para ello desde ya se ha anunciado un plan de actuación que ha puesto las marcas en las fechas críticas sobre todo ante la inminente celebración de la pascua del sacrificio que augura un mayor movimiento de personas antes de final de este mes.
La coordinación y el saber el papel de cada uno es determinante para que la OPE sea un éxito para todos y además no afecte en demasía a la vida diaria de la ciudad, evitándose colapsos o que Ceuta quede en parte bloqueada como se llegó a temer el año pasado.
Delegación informó a los medios de todo lo que se va a hacer, visualizando una comparecencia en la que ha tenido en cuenta a la Ciudad Autónoma. Esa es la línea de trabajo conjunta para evitar que los malos resultados nos salpiquen a todos.
Hay que garantizar que la zona de embolsamiento disponga de servicio sanitario, de puestos de alimentación y bebida además de zonas básicas para el descanso y aseo. Se depende de otro país para garantizar el flujo en el Tarajal, pero al menos Ceuta debe tener todos sus recursos dispuestos para que mientras dure aquí la estancia sea lo menos incómoda posible, amén de que no arroje una mala imagen de nuestra ciudad.