El magistrado del
Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta ha condenado al llamado M.A.A. por un
delito contra la salud pública, después de que la
Guardia Civil le sorprendiera recogiendo un pequeño paquete con kifi que venía en un dron. Es la primera condena que se dicta en un juzgado de Ceuta por
tráfico de drogas relacionada con narcodrones,
una modalidad delictiva que llegó para quedarse, que s
e ha hecho fuerte con el cierre de la frontera debido a la pandemia y la necesidad de las
pequeñas redes dedicadas al pase de drogas de mantener el flujo de entrada y salida de esta mercancía. El acusado ha reconocido los hechos y ha aceptado una condena de 10 meses de prisión con suspensión durante dos años, bajo la advertencia de que no podrá delinquir en ese periodo y deberá abonar una multa de 600 euros. Se le impone además el pago de 2.933 euros con la responsabilidad civil subsidiaria en caso de impago de 3 días de privación de libertad. El joven, que carece de antecedentes penales, fue interceptado por agentes de la Benemérita el 3 de agosto de este año, en las inmediaciones del centro de Piniers que sirve como recurso alternativo para acoger a los menores que entraron en Ceuta con motivo de la crisis de mayo. Este ceutí, mayor de edad, portaba un pequeño paquete que contenía kifi, que previamente había recogido de un dron que descendió en la zona. Tras el análisis de esa mercancía se pudo comprobar que pesaba 488 gramos y que la sustancia era kifi, con un THC inferior al 4%. Se ha dado por concluido que el interés era vender esa sustancia a terceros, de ahí que se haya dictado una condena por delito contra la salud pública tras el reconocimiento de los hechos por parte del acusado, sin necesidad de celebrarse juicio al haber un acuerdo entre Fiscalía y Defensa.