Primer capítulo de las 1.400 plazas

El edificio que solo unos meses atrás ocuparan la Biblioteca Municipal y la Casa de la Juventud ha mudado de piel en el Polígono Virgen de África.

Conserva su función educativa, pero en apenas unos días estará totalmente equipado con mesas y sillas para estrenar un nuevo cometido: acogerá las primeras cinco aulas de Infantil y Primaria con las que la Ciudad y el MECyD contribuirán a solventar la doble asignatura pendiente del déficit de infraestructuras y de la desbocada ratio de alumnos por clase. Por los pasillos de las recién terminadas obras pasearon ayer  el presidente de la Ciudad, Juan Vivas; el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González; la consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu; y el secretario general de la Dirección Provincial del MECyD, Alfonso Conejo. Entre el día 21 y 22 arrancará el proceso para que quienes pueblen el espacio sean ahora los pequeños escolarizados. “La apertura es inminente”, se anunció ayer durante el acto.
Satisfechos por el resultado de los trabajos, acometidos por la empresa pública Tragsa en el plazo récord de cuatro meses y medio, tanto Vivas como González celebraron el acuerdo de ambas administraciones para remar en la misma dirección. La Ciudad cedió el edificio y el Ministerio buscó la financiación, en total algo más de 730.000 euros que, coincidieron ambos ayer, ha obligado a un “importante esfuerzo” en época de restricciones presupuestarias. La partida librada desde Madrid se traduce en cinco aulas cuidadas al detalle, de moderno diseño, con iluminación natural garantizada y plagada de vivos colores. Y alrededor, jardines y áreas de recreo a punto de recibir a sus primeros inquilinos en miniatura.
El colegio que suma la ciudad no es fruto de la casualidad. Como recordaron Vivas y González, nació en las reuniones mantenidas por los gobiernos autonómico y central en Madrid para dotar a Ceuta de nuevas infraestructuras educativas. Y es sólo la primera entrega. Las 125 plazas que ya se han ganado se ensancharán aún hasta 225 cuando, en breve, arranque la segunda fase de las obras que permitirán ganar las restantes cuatro aulas, hasta completar nueve, a lo largo del actual Centro de Educación de Adultos ‘Edrissis’. Y si se añaden las que saldrán de reciclar el espacio de la antigua Facultad de Humanidades del Morro, la cifra de nuevos alumnos con plaza en Infantil y Primaria se disparará hasta las 1.400.
Las aulas a punto de estrenarse quedarán adscritas de forma temporal al CEIP ‘Mare Nostrum’, hasta que el nuevo curso dote al centro de plena autonomía. La fase de escolarización de alumnos, ya en marcha, supondrá, previsiblemente, la derivación de alumnos que no obtuvieron plaza en el proceso abierto antes del verano en ese complejo educativo.
Vivas destacó que el nuevo centro del Polígono Virgen de África evidencia “que aquellas reuniones que comenzamos en Madrid no eran papel mojado, sino la clarísima intención de hacerlo bien”, despejando además las dudas de quienes intuían que el proceso de reordenación de instalaciones, que arrancaron tras el proceso de mudanza al Campus universitario, iban a limitarse a un simple “parche para salir del paso”.  Contra esos malos augurios, insistió, ha quedado patente “la colaboración y el compromiso de las administraciones en favor de un servicio fundamental y neurálgico” como es la educación. “Estos centros no son la remodelación de nada, sino que son nuevos y están a la vanguardia de cualquier oferta del resto de España”, subrayó. Además, reconoció que en tantos años como “alcalde y otros de funcionario de la Ciudad” jamás había asistido a la cristalización de un proyecto fruto de “tanta colaboración y tanto compromiso compartido” por distintas administraciones.
De acuerdo con ese diagnóstico, el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, alabó el camino común recorrido durante este medio año por la Ciudad y el Ministerio de Educación. “Ha sido posible porque la Ciudad puso todo su empeño en que sus infraestructuras propias fueran cedidas al MECyD y éste puso el empeño económico. De la necesidad hay que hacer virtud”, subrayó. Las aulas, asumió, sirven para combatir “una ratio que no se cumple” y también evidencian que “cuando un Gobierno decide hacer inversiones tiene que priorizar, y la prioridad está en la educación no solo por el espacio a ocupar, o por la ratio, sino porque el fundamento de  una sociedad es la educación. Y eso tiene que basarse no sólo en los buenos profesionales, que los tenemos, sino en que las infraestructuras sean lo suficientemente adecuadas para que el desarrollo de esa actividad empiece desde pequeños en las aulas y continúe hasta la universidad”.
El camino, alabó el delegado del Gobierno, ya estaba trazado por la Ciudad, que impulsó “que tengamos un Campus excepcionalmente bueno, que permite tener cubiertas las plazas para el sector universitario, y ahora al Ministerio le toca  desarrollar lo que están ustedes viendo”. El futuro, según se encargaron ambos de destacar, augura más colaboración.

El inicio de los trabajos en la antigua Facultad de Humanidades, en febrero

La diferencia entre las 225 plazas del Polígono Virgen de África y las 1.400 totales que ganará la ciudad saldrán de la conversión de la antigua Facultad de Humanidades del Morro en nuevas aulas. Los trabajos arrancarán en febrero y deberán estar finalizados en julio, de forma que el colegio pueda estar operativo en el curso 2015-16.

“Ningún niño se quedará sin comer”

“Todos los niños están hoy comiendo y ninguno que lo necesite se quedará sin hacerlo”. Con esa frase contundente cerraron ayer Juan Vivas y Francisco Antonio González cualquier vía a la polémica tras las denuncias de la oposición por la supuesta desorganización, en el curso recién arrancado, en la elección de los beneficiarios de las becas de comedor. El presidente de la Ciudad se negó a “convertir una buena noticia en mala” y, contra esa tentación, animó a valorar “que este año por primera vez han estado abiertos los comedores en verano”, la colaboración entre Ministerio y Administración local y, por encima de todo, que ésta haya adoptado la decisión de correr con los gastos del suministro de alimentos de forma temporal durante el tiempo que tarde el MECyD en resolver la convocatoria.
“Hoy hay comiendo 600 niños, con un potencial para que coman hasta mil. Mientras que el Ministerio otorga definitivamente las ayudas, prorrogamos un mes más el sistema que teníamos en marcha en verano. Cuando el Ministerio resuelva cumpliendo con el procedimiento las ayudas, se volverá al procedimiento normal. Por lo tanto, lo que ha habido es una reacción rápida y una  intensa colaboración, pensando siempre en que el que nunca se tiene que ver perjudicado es el niño, y el niño no se ha visto perjudicado”, subrayó Vivas, que quiso hacer especial hincapié en agradecer a los directores de los centros educativos con comedor “su extraordinaria disposición y buena voluntad” para que el servicio haya seguido funcionando sin interrupciones.
El delegado del Gobierno destacó, por su parte, que a partir de ahora las peticiones de ayudas se asemejarán más “a las necesidades reales”, cerrando así la puerta a una “posible discrecionalidad”, de forma que “lo que se va a analizar es que cada niño que se le otorgue la beca sea porque lo necesite”. Llegados a ese punto, será fundamental la vía de la financiación. González y Vivas confiaron en que la partida de crédito que llegue de Madrid sea suficiente, pero en el caso de que no sea así ya existe un acuerdo de la Ciudad con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte  para que la Administración local se haga cargo de sufragar la atención a “aquellos niños que objetivamente lo necesiten por su nivel de renta y no puedan alcanzar la ayuda porque el crédito sea insuficiente”.
En esas circunstancias, será la Ciudad la que aportará la diferencia. “Ningún niño que lo necesite se a va a quedar sin comer. Si hay 600 plazas y 650 niños lo necesitan, los 50 restantes serán becados por la Ciudad”, confirmó Juan Vivas.