El presidente del TSJA lamenta la “judicialización de la política” que se está produciendo

Lorenzo del Río recoge las quejas por los problemas tecnológicos de los juzgados aunque insiste en que “el futuro será la Justicia digital”

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, giró visita a Ceuta para pulsar, de primera mano, los problemas tecnológicos que afectan a la Justicia. Y lo hacen hasta el punto de echar por tierra el trabajo profesional de los jueces, fiscales y demás funcionarios.

El propio Del Río reconoce que no se ha llegado a la “plena operatividad”, aunque se le ha confirmado que en unos meses habrá cambios, renovándose por ejemplo los equipos de grabación y perfeccionando el visor del expediente.

Estas disfunciones están provocando incluso la suspensión de juicios. El desbarajuste en los juzgados lleva a que se tenga que trabajar con los procedimientos en papel porque es mucho mejor y más eficaz que hacerlo vía digital, al margen de los fallos existentes y la imposibilidad de comprobación de datos de esta manera.

“Hemos estado viendo esas disfunciones que nos obligan a actuar. Les he trasladado a los jueces que no se preocupen, aunque en Ceuta esto se complica con la Nueva Oficina Judicial y los distintos edificios que tenemos”, indicó en declaraciones a los periodistas.

Problemas de conexión de servicios comunes, de comunicación entre administraciones como por ejemplo en el Juzgado de Menores ya que Lexnet no está dentro del Gobierno de la Ciudad... terminan afeando el funcionamiento del sistema judicial en Ceuta y poniendo de los nervios a quienes dependen de su buen funcionamiento.

“Creo que el futuro será la Justicia digital, estamos en una transición, hay que mejorar pero me consta que los jueces y todos los demás están poniendo de su parte, pero a veces se ralentiza el expediente digital”, expuso Del Río, asumiendo que buena parte de que los juzgados funcionen adecuadamente obedece al “razonable y asumible” nivel de asuntos que puede asumir sin problemas los magistrados, lo que permite solventar las deficiencias tecnológicas.

El eterno problema de las infraestructuras judiciales y la dispersión de distintas unidades ante la falta de una sede única volvieron a ser abordados por el presidente del TSJA.

Es la gran asignatura pendiente y preocupa por el avance que está teniendo la actuación en el viejo edificio del Banco de España, cuya reforma no termina de ajustarse a los planes y periodos previstos cuando esta actuación fue anunciada.

“Hay que ver hasta qué punto conviene hacer una mudanza de un Juzgado de lo Social y dos de lo Contencioso sin que esté hecha la segunda fase de la obra, donde irían los juzgados de lo Penal y la Audiencia.

Hay que ver si compensa hacer una sola mudanza o dos”, expuso, teniendo claro que lo que nadie apoya es que el traslado de sedes de envergadura se vaya a llevar a cabo con el desarrollo a la par de las actuaciones.

De momento no se sabe si en el Banco de España irá el Registro Civil o qué dependencias quedarán libres para poder ser reutilizadas o cómo se abordará el tránsito a este punto.

Del Río no perdió la oportunidad de hacer una reflexión sobre el papel debido de la Justicia y la judicialización que está sufriendo la política, debido al elevado número de causas que llegan a los juzgados pero que podrían resolverse en otros ámbitos.

“Hay que tener cuidado para que el lugar de desencuentro no sea siempre acudir al Juzgado. Cualquier problema que surge rápidamente se acude allí y este no es el lugar para resolver algunos asuntos.

No utilicemos los Juzgados como lugar de politización, me preocupa la judicialización de la política que es lo que debemos evitar”, sentenció.