Los vecinos de la Fase 1 de Parques de Ceuta están preocupado por la gran cantidad de
menores extranjeros que han elegido las zonas comunes de este bloque para “acampar” y pasar el día ocupando todo el espacio, sin cumplir además las mínimas condiciones de higiene y limpieza. Llevan “sufriendo” meses esta situación, teniendo que ceder de manera involuntaria el uso de estos espacios, que antes eran ocupados por los niños del conjunto de bloques de viviendas. “Los niños ya no quieren bajar a jugar”, explica a El Faro un grupo de vecinos afectados y preocupados por esta situación, ya que llegan a juntarse decenas de menores, “hay días que hasta 50”, en esta zona peatonal. Inciden en que el problema no es que sean MENA, sino el uso que hace de los espacios. “Los dejan sucios, ves de todo”. Además, aseguran que las discusiones y las peleas son constantes y que, incluso, llegan a arrojarse botellas, dejando el lugar lleno de cristales rotos. La última fue este mismo miércoles, en este caso en la Fase 2, donde se armó una trifulca. En estos casos, denuncian, la Policía, a través del 112, “ni vienen. Dicen que como no están haciendo nada y sólo están allí, no pueden hacer nada”, lamentan.
Independientemente de las molestias que generan a los vecinos, creen que es “inhumano” que los menores estén en esta situación, “en la calle, cuando hay centros para ellos”, recuerda uno de estos vecinos. Sitúan el origen de la concentración de estos menores a la llegada de dos voluntarias de una ONG a un piso de los bloques que componen a esta barriada y que son las que suelen tratar con ellos. Son ellas, cuentas los vecinos, las que les llevan comida o los curan cuando se pelean y se hacen daño. “Luego dejan todo ahí, las gasas, la sangre, no es normal que la barriada esté así”. Aclaran que la asociación no está en ese piso de alquiler, “pero parece que vienen porque ellas les ayudan y les dicen que estén ahí”. Entienden la buena voluntad de estas inquilinas, pero también ven que las condiciones no son las adecuadas. “Son menores, algunos niños, y están ahí tirados en el suelo, en cartones, durmiendo o comiendo. Esos niños deben estar en un centro, tutelados, con su alimentación y su higiene”, reiteran estos vecinos asegurando que su condición de inmigrantes no es lo que les preocupa, sino la ocupación de los espacios comunes, así como la suciedad que generan.
Además de esta denuncia pública, también están buscando la forma de que, a través del administrador del edificio, puedan dar con el propietario que les alquila la casa a ambas voluntarias y les hable de las normas comunitarias que deben respetar. Mientras tanto, sólo piden que si llaman al 112 por las constantes peleas, que acudan y que pongan solución a una situación que ha cambiado la barriada y que se ha convertido en insostenible.