El
yacimiento de la Cueva y Abrigo de Benzú es uno de esos pequeños tesoros
patrimoniales de Ceuta que todavía permanecen escondidos para muchos caballas y visitantes. Se trata de una ventana abierta a la prehistoria del
Estrecho de Gibraltar y que próximamente abrirá sus puertas a los curiosos. Para poder visitar la excavación, la Consejería de Educación, Cultura, Juventud y Deporte ha propuesto una jornada de puertas -en el marco del convenio entre la Ciudad Autónoma de Ceuta y la
Universidad de Cádiz- durante el día 28 de septiembre. El plazo de inscripción ya está abierto, aunque las plazas estarán limitadas a treinta visitantes. La visita estará guiada por parte del equipo técnico perteneciente a la universidad gaditana que desde hace ya años se encarga de su estudio. Según ha informado la Ciudad esta actividad tiene como objetivo sensibilizar a la ciudadanía sobre los valores del patrimonio histórico gracias al acceso de esta a los nuevos avances en el estudio de la prehistoria en Ceuta en un contexto regional. Las inscripciones podrán formalizarse en el correo
alejandro.munoz@uca.es, están reservadas a mayores de edad y se cubrirán por estricto orden de inscripción. Se admitirán hasta un máximo de cuatro plazas por solicitud, siendo imprescindible aportar nombre completo y DNI. Se recomienda a los participantes llevar ropa deportiva y calzado cómodo. El punto de encuentro estará en la rotonda junto al Puerto Deportivo, a la que deberán acudir el día 28 a las 16.00 horas.
Dos en uno: un refugio del pleistoceno y una cueva neolítica
Este yacimiento fue identificado en 2001 durante la realización de la Carta Arqueológica de Ceuta. Por su interés para el conocimiento de la prehistoria del estrecho de Gibraltar fue suscrito un convenio de colaboración entre la Ciudad Autónoma de Ceuta y la Universidad de Cádiz merced al que se desarrolla desde entonces un proyecto de investigación, dirigido por los Doctores J. Ramos, D. Bernal y J.J. Cantillo de dicha Universidad. Este sitio arqueológico comprende en realidad dos yacimientos. El primero es un abrigo abierto en dolomías que sirvió de refugio a grupos de cazadores-recolectores del pleistoceno medio y superior. En los depósitos calizos cementados con el paso del tiempo se han recuperado numeroso instrumental lítico junto a restos de fauna terrestre y marina que han aportado importantes datos sobre las formas de vida y entorno ecológico de este periodo. El segundo, la cueva, es de cronología mucho más reciente y corresponde al periodo neolítico.