Los mercados de abastos de Marruecos están presenciando una bajada sin precedentes en el precio del pollo vivo, debido a la ola calor y fuertes ráfagas de viento cálido que se han generalizado por todo el país.
La mayoría de granjas de aves de corral tienen situadas su instalaciones agropecuarias en espacios interiores y eso provoca que el calor sea más notable y acabe por afectar a la calidad de la carne destinada a la venta y consumo humano.
El calor es especialmente extremo en las regiones interiores desde Casablanca a Marrakech, donde se concentra la actividad avícola, fundamentalmente la que se dedica a la producción cárnica.
Expertos en el consumo cárnico han comunicado que en relación a las altas temperaturas, en días anteriores esta ha variado entre 38 y 42 grados en gran parte de la región y, por ello, la producción de pollo ha pasado directamente al mercado de minoristas para su consumo inminente.
Por el momento, no cesa el calor en gran parte del país y los pollos son realmente sensibles a las temperaturas que superan los 30 grados. Esta situación tiene como consecuencia la puesta en venta masiva por parte de los propietarios de las granjas de ave de corral, que se ven obligados a reducir los precios antes que no pueda ser apta para el consumo por culpa de su mal estado.
Descenso sustancial del precio al consumidor
Los profesionales del sector han actualizado el precio de partida de un kilo de pollo vivo en algo menos de 1,59 euros (17-18 dírham marroquí), habiendo estado en semanas previas, cuando se celebraba el mes de Ramadán, a 2,15 euros (22-23 dírham marroquí) por kilo de carne de ave de corral.
Se prevé que en los próximos días, cuando amaine el calor extremo, los precios vuelvan a estabilizarse y la industria no tenga que recurrir a la venta inmediata de su género.