El Pleno de la Asamblea aprobó ayer con los únicos votos a favor del PP una propuesta de ese partido “apoyar” la figura de la “prisión permanente revisable” que los de Rajoy introdujeron en la legislación española hace tres años con el fin de instar a los grupos parlamentarios con representación en el Congreso de los Diputados a “reconsiderar” su apuesta por su derogación.
El portavoz del PP, Emilio Carreira, se esmeró sin éxito alguno entre las formaciones de la oposición en destacar que la prisión permanente revisable “no renuncia a la reinserción del penado, pues una vez cumplida una parte mínima de la condena un Tribunal valora nuevamente sus circunstancias y las delito cometido para revisar su situación”.
A juicio del PP, dicha revisión “aleja toda duda de inhumanidad de esta pena al garantizar un horizonte de libertad para el condenado”. “Se trata de un modelo extendido en el Derecho comparado de la UE que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha considerado ajustado a la Convención cuando la ley nacional ofrece la posibilidad de revisión con vistas a su conmutación, remisión, terminación o libertad condicional del penado”, añadió el consejero, que lamentó que a pesar de ello hace un año y medio la mayoría de los grupos de la Cámara Baja, “con el único voto en contra de PP”, aprobó una Proposición No de Ley para su derogación. En noviembre fue admitida una Proposición de Ley a tal efecto aunque los de Vivas piensan que la pena de prisión permanente revisable es un medio “para garantizar la seguridad, los derechos y las libertades de todos los españoles”.
Manuel Hernández (PSOE) reprochó a los ‘populares’ su voluntad de “disfrazar la cadena perpetua y tanto Caballas como el MDyC cargaron contra el “populismo punitivo” en el que ven rivalizando al PP con Ciudadanos “a ver quién tiene más mano dura”.
“No vamos a colaborar en esta corriente involucionista de los valores democráticos en la que parece que estamos inmersos”, advirtió el diputado Juan Luis Aróstegui, quien argumentó que para un debate de esta naturaleza no es válido aferrarse a casos concretos y extremos de violadores y otros delincuentes que movilizan las vísceras de toda la sociedad.