La portavoz de Exteriores del
Grupo Parlamentario Popular y senadora por Pontevedra, Pilar Rojo, pedía al Gobierno a través de una moción que interviniese para restablecer las relaciones con
Marruecos. "La situación es grave", apuntó la popular, que advertía de la gravedad de que el propio Parlamento marroquí declarase a Ceuta como "ciudad ocupada", en respuesta a la
condena de Bruselas, que reprochó al país alauita haber utilizado la inmigración, especialmente con menores, para presionar a España. La moción que presentó el Partido Popular ha sido, debatida y aprobada con una enmienda transaccional firmada por siete Grupos Parlamentarios. Se solicita al Ejecutivo “coordinar con la UE la contención del flujo migratorio que está recibiendo España, con mayor implicación a través de Frontex y el esfuerzo de la cooperación internacional con países terceros, conforme al Fondo Fiduciario de Emergencia de la UE para África, el Instrumento Europeo de Vecindad, el Programa Europa Global, la nueva agenda de la Unión por el Mediterráneo”. En definitiva, en esta nueva enmienda transaccional presentada se ha pedido reimpulsar y fortalecer las relaciones con Marruecos de manera "equilibrada" y acorde con el Derecho; coordinar con la Unión Europea el flujo migratorio que recibe España; reforzar los efectivos pertenecientes a los Cuerpos de Seguridad del Estado tanto en Ceuta como en Melilla; y promover la moción del pasado 10 de marzo relativa a la "violación del alto el fuego y la escalada de hostilidades que se han producido en el Sáhara Occidental".
Critican la "pasividad" de Exteriores
Por su parte, Pilar Rojo achacaba al Ministerio de Asuntos Exteriores estar mostrando una imagen de "pasividad" ante los últimos acontecimientos. Una actitud que no hace más que "envalentonar" al régimen marroquí, según la senadora. En opinión de la popular, la ministra González Laya "sigue a lo suyo" sin advertir que no existe una cooperación modélica con Marruecos. Ahora, los populares piden "recuperar una política de vecindad" con el país de Mohamed VI, "con el que tantos intereses compartimos y que no podemos permitirnos poner en riesgo”.