El Partido Popular de Ceuta se ha convertido en un ente fantasma. No es que antes tuviera mucha actividad, pero de vez en cuando se posicionaba en torno a alguna de las polémicas de actualidad. Ahora muere de aislamiento, su último mensaje en redes sociales ha sido para felicitar a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Debe ser algo de mucha importancia para los ceutíes. No habré sido capaz de darme cuenta, perdonen.
Han pasado muchos asuntos claves para Ceuta pero el PP ha preferido no opinar. La seguridad fronteriza, de la que el PP es responsable, se vio violentada la semana pasada por un kamikaze. El esperpento de frontera, la falta de medios humanos y materiales tiene unas raíces claras: la falta de inversión, la inoperancia y las mentiras del Partido Popular con su mayor exponente, el Pinocho Zoido que ejercía de ministro de Interior. No hicieron nada más allá de engañar a Ceuta y a los ceutíes. Dejaron que la frontera tercermundista fuera a peor, no pusieron medios hasta dejar una línea capaz de ser vulnerada por un fugado al volante con un cuchillo jamonero. El PP no tiene nada que decir al respecto. De la sede de Ainara no ha salido comunicado alguno. Ellos no tienen nada que decir, pensarán. Callan.
El partido fantasma tampoco se pronuncia en torno a muchos de los asuntos de la política local sobre los que deberían posicionarse. Como partido deben dar su opinión, pero han optado por silenciar su acción política. Solo les falta compartir vídeos de gatitos haciendo monerías en sus redes sociales. Tiempo al tiempo.
Es bastante preocupante que el partido que mayor número de votos sacó en las últimas elecciones haya decidido arrinconar su acción política, fiel reflejo de que en vez de PP debería rebautizarse como Vivas.Ceuta y redecorar la sede de Ainara como segunda vivienda del alcalde, con sus escoltas a la puerta. ¿Acaso ha servido para algo más que para apadrinar la campaña de don Juan? Deberían recapacitar, si es que les dejan, y empezar a dar ejemplo de lo que supuestamente deberían ser. Más que nada porque cuando le toque dar un discurso a su secretaria general va a tener que pensarse muy mucho de qué habla o a qué trabajo reciente alude. No siempre les va a dar resultado eso de mentar la época del GIL o nutrirse de los ataques bajunos a Caballas. Ya no cuela. Más bien apesta.