Potajes de todo tipo, ensaladilla rusa, empanadas, croquetas, ensalada de patatas e incluso tartas.
Era el variado menú que se ofreció en ‘La Potajá’ que ayer organizaba la ‘Fundación Eduardo Gallardo’, y que fue donado exclusivamente por los propios voluntarios y usuarios de los talleres. “Este acto presenta un fin social: que nuestros usuarios salgan de su rutina habitual y de sus terapias de estimulación. Se trata de una jornada de convivencia para que todos disfruten”, explica el presidente de la Fundación, Jesús Perea. Un grupo de numerosas personas se concentraba ya desde las 13.00 horas para degustar la amplia variedad de tapas y colaborar en esta causa. “Estamos muy contentos de la colaboración de todos que nos han traído diferentes tipos de comida”, apunta Ana Lebrón, voluntaria y usuaria de los talleres. La recaudación se destinará a los talleres de estimulación cognitiva a los que semanalmente acuden 114 usuarios con fines terapéuticos. Además se ofrecen una serie de actividades ocupacionales basados en la musicoterapia, laborterapia, comprensión lectora o informática. “Es una forma de fomentar la autonomía y autoestima, porque esto redunda en el beneficio tanto del usuario como de la familia”, explica Perea. El perfil de estas personas va desde aquellos que “aún no están diagnosticadas de ningún tipo de enfermedad degenerativa, pero que vienen de forma preventiva hasta los que padecen alzheimer o afecciones degenerativas”. En los talleres ocupacionales se elaboran todo tipo de artículos con distintas técnicas: cestería china a partir de papel de periódico, imitando al mimbre; muñecas de trapillo o artículos navideños tan acordes a la época. “Les damos las técnicas y los pasos a realizar y ellos lo crean”, explica la terapeuta ocupacional, Rosa Mejina. Desde que se inscriben en estos talleres, el cambio del usuario es más que visible, según apunta Mejina. “Se nota bastante porque cuando la persona viene, llega asustada pensando que es un centro de día o residencia. Realmente están aquí durante tres horas, en las que reciben mucho cariño y hacen cosas diferentes. Anímicamente eso les cambia mucho y a nivel de terapia mejoran día a día”. Además de esta muestra de todo tipo de artículos que están a la venta en las dependencias de la Fundación Eduardo Gallardo, también se sortea una cesta con de productos alimenticios, junto a una cena en el mesón de ‘La Dehesa’ valorada en 70 euros. Cada papeleta tiene un precio de 3 euros y el ganador de ambos regalos será el que coincida con el sorteo de la Cruz Roja del 27 de noviembre.