El
Parlamento marroquí va a debatir la situación de las mujeres
porteadoras, abordando el contenido de un informe realizado a pie de frontera por una comisión trasladada específicamente hace unas semanas a Bab Sebta, el lado marroquí de la frontera que separa Ceuta de Marruecos. El objetivo de ese informe no es otro que la búsqueda de soluciones a los problemas acontecidos y que afectan directamente a quienes viven del comercio transfronterizo. Según las conclusiones de ese informe que han trascendido ya a los medios de comunicación marroquíes, unas 3.500 mujeres y 200 menores viven de este comercio, que lleva bloqueado casi tres meses –el tiempo de cierre del paso Tarajal II, cuya apertura aún no está contemplada según han confirmado desde la Delegación del Gobierno a pesar de que un medio del vecino país informó de su reapertura el día 13 de enero-. El informe fue encargado para conocer el día a día de unas personas que explotan sus vidas por obtener algo de dinero con el que mantenerse. Unas vidas que se han visto truncadas en demasiadas ocasiones con el fallecimiento de quienes viven de este comercio. Precisamente de esas muertes y penurias trata también este informe que se va a debatir y que busca mejorar la situación. Una comisión de derechos humanos también se ha desplazado a Bab Sebta para recoger la situación de estas mujeres, poniendo el foco de atención en la explotación que sufren y en las condiciones vitales que les rodean. Se ha contado con posicionamientos públicos y constantes del Observatorio del Norte para los Derechos Humanos que ya ha advertido de las condiciones en que laboran estas personas en el llamado cruce de la humillación. Otras oenegés han denunciado también estas prácticas por cuanto se ven situaciones y escenas tercermundistas a las que se urge dar una salida digna. El Parlamento marroquí abordará decisiones que pueden incidir directamente en el comercio con Ceuta.