{jaimage crop="TC" /}Vecinos, padres y alumnos del ‘Príncipe Felipe’ cortan el tráfico a las 9.00 y las 14.00 horas como forma de protesta. Cuando se disolvían, desconocidos tiraron las vallas de protección y los antidisturbios se desplegaron aunque no fue necesario actuar.
Algo tan simple como una treintena de peldaños afectó ayer a la fluidez del tráfico rodado en media ciudad. Madres, padres y alumnos del CEIP ‘Príncipe Felipe’, acompañados por vecinos de la barriada del mismo nombre hasta sumar un centenar de personas, se manifestaron en la carretera de la frontera, a la altura de la escalera del Tarajal derribada este fin de semana, para exigir a la Administración que restablezca este acceso “en las mismas condiciones” entre la N-352 y las viviendas de Príncipe Felipe, Alfonso, Casas Nuevas y Arcos Quebrados.
La demolición de la escalera para vetar el paso de porteadores por delante del colegio tras el colapso de la semana pasada irritó a los progenitores, alumnos y residentes de la zona, que protagonizaron ayer dos protestas pacíficas en la calzada, interrumpiendo el tránsito de vehículos en ambas direcciones pasadas las 9.00 de la mañana y a la salida de las clases, sobre las 14.00. Una movilización, avanzaron las personas reunidas, que se repetirá hasta que la Delegación del Gobierno responda a su petición, que consideran justa por los innumerables perjuicios que, insistieron, ha ocasionado su desaparición.
El corte de tráfico de entre 40 y 60 minutos hizo que la cola de coches llegara a Miramar Bajo y al Hotel Ibis en la localidad marroquí de Castillejos. Unas retenciones que obligaron a personarse en el último tramo de la carretera nacional al Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil (GRS) destacado en Ceuta ya que los manifestantes se negaban a desalojar la calzada y la situación requería garantizar la seguridad en la zona.
Los concentrados lanzaron proclamas en contra de la gestión de la Delegación del Gobierno en la solución dada a los peligrosos tapones producidos por la aglomeración de porteadores: ‘Que venga el delegado’, en referencia a Francisco Antonio González, representante de la Administración central; o ‘Somos personas, no animales’, en alusión a que tienen que trepar ante la ausencia de escalones; o simplemente ‘Queremos la escalera’ fueron algunos de los lemas pronunciados ayer ante la pared formada por los guardias del grupo de élite.
Hasta el lugar también se desplazó la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional (UPR) mientras que los efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) asignados a los polígonos del Tarajal se mantuvieron aparte ante el caso de que la situación se complicara por la acumulación de personas en la carretera de la frontera así como por la presencia de espectadores en el carril del Jato y la circunvalación del Príncipe. Tras las negociaciones con los mandos de ambas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los promotores de la protesta decidieron desconvocar la movilización aunque anunciaron que regresarán de nuevo hoy a las 9.00 horas.
Cuando la masa comenzó a disolverse y regresar a sus domicilios, un grupo de personas que se movía por El Jato tiró las barandillas instaladas por Obimace para impedir el paso de personas por el socavón que antes ocupaba las escaleras. Arrancaron las vallas y las arrojaron al vacío, un acto vandálico que obligó a que tanto Policía Nacional como Guardia Civil se equipara con material antidisturbio y acordonara el perímetro alrededor del acceso destruido. Los padres y vecinos se desvincularon de este comportamiento violento .
Los agentes, de forma preventiva, crearon una pared de protección delante de los presentes y otro grupo se diseminó por la ladera bajo la carretera del Príncipe Felipe para disuadir a aquellas personas que pudieran intentar el lanzamiento de objetos sobre los congregados. Finalmente, ambos cuerpos no tuvieron que intervenir y se retiraron de la zona tras comprobar que el ambiente tornó del amago violento a la distensión.
Dos voluntarios, que también se encontraban entre los integrantes de la protesta, se encargaron de volver a instalar las vallas que fueron lanzadas al vacío por el grupo de desaprensivos.
En la concentración de la mañana, que también conllevó la presencia de ambos cuerpos además de la Unidad de Intervención Rápida de la Policía Local (UIR) –en las inmediaciones para regular el tráfico en la entrada de los estudiantes al ‘Príncipe Felipe’– también se dieron retenciones en ambas direcciones de la N-352 pero de menor consideración. Los escolares y sus padres, al llegar a primera hora de la mañana y encontrarse el socavón, treparon juntos el bancal originado por la acción de la excavadora, que el sábado pasado acabó con parte de la escalera del Tarajal y ayer acabó con varias superficies por la que también transitaron los porteadores con mercancías hasta el mediodía de ayer.
Caballas, FAMPA y Junta de Personal Docente
“No pueden quedarse incomunicados”
Mohamed Alí, portavoz de Caballas; Juan Luis Aróstegui, presidente de la Junta de Personal Docente No Universitaria; y Mustafa Mohamed, presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Ceuta (FAMPA), se desplazaron a mediodía de ayer hasta el lugar que antes ocupaba la escalera del Tarajal. Los vecinos trasladaron ayer sus quejas a estos representantes del sector educativo y de la formación política local así como los perjuicios que les ocasiona, especialmente a menores y ancianos, “porque la ambulancia no puede llegar hasta nuestras casas”. Estos representantes se negaron a que estas familias se queden “incomunicadas” ante el posible cierre de la escalera junto al colegio, y analizaron sobre el terreno las posibilidades de crear un paso alternativo como un puente o un ascensor.