“Por primera vez en 12 años he pedido algo, se me ha dicho que no y me tengo que apartar”

“Hasta aquí he llegado”. El senador Nicolás Fernández Cucurull levantaba ayer su particular hacha de guerra haciendo público lo que ya, a primera hora de la mañana, se mascaba en los corrillos políticos: presentaba su dimisión. A las 11.30 horas, y tras citar a los medios de comunicación en la sede de Ainara, el parlamentario hacía público la renuncia a la candidatura creándole así un problema al Partido Popular en plena inauguración de su convención nacional.

Y como detrás de cada renuncia existe un motivo, detrás de la puesta en escena del senador también hay un porqué. Y el propio Cucurull fue el encargado de decirlo: “Por primera vez en doce años había pedido algo al partido, ser su candidato al Congreso, y tanto en la ciudad como en Madrid me han dicho que no, algo que me ha hecho reflexionar: a partir de ahora seré un militante de base más”, sentenció.
El popular daba así la respuesta oficial a unos periodistas que se movían en base a rumores y a una coordinadora de campaña, Yolanda Bel, que acudía a la sede a escuchar y ver por sus propios ojos lo que estaba sucediendo.
Tras permanecer doce años como senador y tener garantizada su repetición en el trío de parlamentarios -de hecho era un anuncio que ya se había hecho público-, Fernández Cucurull opta por una marcha en la que mezcló el agradecimiento al PP “que me ha dado el honor de representar y defender los intereses de Ceuta y España en el Senado” y a los “ceutíes que nos han votado, en algún caso con el mayor porcentaje de respaldo del país”, con las disculpas a “quienes, en la disputa política ardorosa, pueda haber ofendido”, sentenció, dejando claro que nunca había tenido nada personal contra sus contrincantes políticos.
Así las cosas, al menos oficialmente, la marcha de Fernández Cucurull se encuadra en el malestar mostrado por quien aspiraba a que su partido le potenciara con la candidatura de diputado. El senador se negó a lavar los trapos sucios de cara a la galería e incluso rechazó cualquier valoración sobre quienes han sido sus compañeros de política en primera línea o de su propio padrino, Juan Vivas, que con el paso del tiempo se ha ido alejando de quien ostentó carteras importantes en el Gobierno.
La rueda de prensa de ayer fue la única que ofrecerá Nicolás Fernández y así se lo advirtió a los periodistas, a los que pidió que no le solicitaran ni entrevistas ni opiniones ya que no iba a salirse del guión que había preparado.
Y en ese guión no dejó espacio a crítica alguna, ni para los que ahora están ni para los que en su día fueron carne para su uña. “Es la hora de la despedida: a quienes se alegren, que lo disfruten; a quienes lo lamenten, que sepan que tienen todo mi cariño”, dijo. ¿Y quiénes son los que se alegran, están en su propio partido? El senador habló de especulaciones en voz alta sin llegar a concretar en dónde se encuentra su círculo de afines o críticos.
El futuro inmediato de quien ahora abandona el partido tiene un nombre: Procesa. Es ahí donde Fernández Cucurull tiene su plaza y ahí donde volverá, al estilo Gerardo Iglesias pero cambiando la mina por el despacho, lo que es un salto cualitativo bastante importante. “A corto plazo” la ambición política se corta y fue el propio senador el que dejó claro que se aparta de la vida activa por completo, aunque no negó que en un futuro pueda volver “ya que nunca puede decirse que de este agua no beberé”. Eso sí, dijo, siempre formando parte del proyecto del PP.
Quien quiera leer entre líneas el guión de despedida de Fernández Cucurull puede encontrar claves. El popular hizo hincapié en el año en que se forjó su compromiso con el PP, un año duro: 1999, con el GIL desembarcando en la ciudad en plan titán y arrastrando a miles de votantes, dejando a los populares en la estacada con una crisis sin igual en el partido. “El PP siempre ha sido mi partido”, espetó. ¿Quiso decir algo con esto? Entre los presentes, Manolo Coronado, y otro de los cadáveres que ha ido dejando el Gobierno: Javier Ángel Díez Nieto, y en el ambiente el malestar por el crecimiento que en el PP han tenido algunos ex gilistas de peso.
¿Cómo se gestó el plante de Nicolás? Éste se encargó de explicarlo, después de reconocer que no estaba en su mejor momento. “Si en doce años es la primera vez que pido algo al partido y me dicen no, debo saber que me tengo que apartar”, sentenció. Reconoció que hacía un par de meses que había pedido tanto a Madrid como a Ceuta dar ese paso y disponer de un papel en el que podría tener una acción política mayor. “Tras doce años en el Senado y ante la expectativa de que el próximo presidente de España será Mariano Rajoy, consideraba que mi experiencia podía ser más útil en la Cámara Baja, que en esta etapa ha frustrado cosas que se habían logrado en la Alta, que tiene más cercanía con el Gobierno y que es preeminente en el poder legislativo, tal y como dice la Constitución”, aclaró.
Cucurull dijo que la propuesta para diputado la hizo nada más conocer el anuncio de adelanto de las generales. Y recibió el no de Madrid y el de Ceuta, sin darle explicación alguna. Tampoco le insistieron para que se quedara o para que recapacitara su marcha, ni tampoco le han rogado que se quedara, más bien han esperado esta puesta en escena que cronológicamente se produce el mismo día en que el PP ceutí arropa a Francisco Márquez como candidato.

“Lo mejor para ceuta es el PP”

El popular Nicolás Fernández Cucurull quiso marcharse sin hacer ruido y sin generar, de hecho, polémica alguna. Así que hizo pública una frase que es, sin duda, el mejor apoyo para Francisco Márquez, a pesar de que éste ocupe ya formalmente la candidatura que deseaba Nicolás. “Sea cual sea la candidatura del partido en la ciudad, lo mejor para Ceuta y para España es que el próximo presidente del Gobierno sea Mariano Rajoy". De hecho hizo una petición formal del voto y, con los periodistas como testigos, pidió que votaran al PP, al erigirse en la mejor fórmula política existente.
Ajeno a polémicas y a sacar las navajas en un PP que deja en el camino a varios desencantados, Fernández Cucurull evitó cualquier atisbo de crítica. Así dejó claro que él no ha querido desplazar a nadie, sino que en su opinión la mejor salida política tras 12 años en el Senado era ir al Congreso, “pero no lo he hecho por tratar de desplazar” a compañero alguno, sentenció, frenando así cualquier rumorología en torno a los celos políticos que esté causando el poder en torno a la figura de Márquez y el hecho de que el propio Fernández Cucurull haya ido perdiendo fuerza al lado del presidente Vivas. “Me toca cambiar ahora de tercio”, dijo, mostrando en todo momento un semblante serio ante los periodistas. A preguntas de éstos el senador confesó que tampoco entraba en su idea el pedir explicaciones. “No merece la pena”, confesó, “para qué insistir”, añadió, después de perder la batalla en una búsqueda de apoyos tocando varias puertas y encontrando el cierre de las mismas como única respuesta. “Me siento liberado”, aclaró, sonriendo únicamente cuando se le confesó que su marcha coincidirá con la de Rodríguez Zapatero en una curiosa coincidencia que marca el final de la vida política del senador.

“Salgo de este mundo con los mismos amigos con los que entré”

"A mí me ha tocado hablar de política y siempre he sido muy celoso de mi intimidad; ahora más, pero salgo de este mundo con los mismos amigos con los que entré, que son muchos". Con esta frase contestaba Fernández Cucurull a la pregunta sobre su estado de relaciones con Juan Vivas. Por mucho que alguien quisiera ‘pillar en un renuncio’ al senador, no se consiguió puesto que éste evitó hacer sangre y generar la polémica que pudiera alimentar una campaña en contra del partido. Si se buscara sentido en sus expresiones, se comprobaría el mal momento que pasaba el parlamentario y, sobre todo, la poca gente que en ese momento se encontraba en Ainara para la despedida. Yolanda Bel, junto a los periodistas, más parecía estar analizando junto a Adelaida Álvarez la rueda de prensa para dar traslado inmediato de su contenido al presidente Vivas; mientras Manuel Coronado y Díez Nieto, que llegaron a la par que el senador aportaban esa connotación a camino entre lo crítico y el sentir de quienes lideran una vena contestataria dentro del partido. ¿Rumores?, muchos, entre ellos el de que Fernández Cucurull quiere optar a ser la alternancia en el próximo congreso regional a Juan Vivas. Pues bien, sin aludir a esta información oficiosa, sí que dejó claro que no liderará actuación política alguna, al menos en breve, con lo cual despeja esas dudas sobre la oposición que podría querer realizar dentro del partido. El anuncio de marcha ha coincidido con Francisco Márquez en la convención del PP y Luz Elena Sanín de viaje para participar en un evento.

Temas clave

Defraudado
1La despedida del senador se produce con cierto aires de malestar y queja. Asegura que no se le ha dado explicaciones sobre la negativa a tener en cuenta su petición de ser candidato al Congreso. Esa negativa, además, no se le ha dado sólo en Ceuta, sino que también ha sido en Madrid. Las puertas del partido han estado cerradas arropando claramente a la apuesta de Francisco Márquez. Nicolás Fernández ha optado así por marcharse entendiendo que la negativa a admitir su petición tras 12 años en el Senado le dejaba en evidencia.

¿Ahora quién?
2Dice que hace un par de meses propuso el cambio y que tras saberse oficialmente el apoyo a otra candidatura el deja su espacio. En los corrillos políticos se había conocido del interés de Nicolás Fernández por ir al Congreso pero se había encuadrado en una mera querencia. Ahora queda en el aire quién será el sustituto. En la sede de Ainara suenan nombres: por ejemplo el del médico Javier Guerrero que ya había sonado como suplente. Pero también se apuesta por otras bazas más sorprendentes: desde José Torrado hasta el  mismo Francisco Antonio González Pérez.

La amistad
3Como dijo el senador su vida privada es de él, su familia y nadie más. Así que ayer no se iba a poner a dar la lista de amigos que tiene ni cuál es el grado de amistad que le une a determinadas personas. Destaca, por interés periodístico, cómo son sus relaciones con el presidente Vivas. Sobre este asunto evitó pronunciarse aunque en los propios corrillos políticos se habla, desde hace tiempo, de una merma de esa amistad.

El partido
4La marcha de Nicolás Fernández se produce en un partido que está vivo y que encierra muchos movimientos. En el PP hay un grupo de descontentos por la confección de las listas y por el organigrama político del que se ha rodeado Vivas en el Gobierno. El grado de abstención fue una evidencia de ese malestar que también se registra en la sede de Ainara. En el camino se han quedado afines a personas como Pedro Gordillo o Emilio Carreira. Ahora aparece la pieza de Fernández Cucurull.