El juicio por la agresión producida contra policías locales y sus parejas en el Poblado Marinero de Ceuta, en febrero de 2020, se ha celebrado este jueves con 6 personas acusadas en el banquillo. En principio eran 9 los acusados pero antes de las testificales se ha retirado la acusación respecto de tres. En aquella agresión se atacó a policías locales de paisano que iban acompañados de sus parejas, uno destinado en la UIR, otro en Gestión de Personal y un tercero en Seguridad Ciudadana.
Antes de las declaraciones Fiscalía ha modificado su escrito de calificación inicial, contemplando ahora la existencia de un delito de atentado, dos de lesiones y tres más leves de lesiones. Además elimina la agravante de abuso de superioridad. Calificación a la que se ha adherido la Acusación Particular.
Al Canty se le pide 7 años de prisión, 3 por atentado y dos por cada uno de los delitos de lesiones; al resto se le pide un año de atentado y multa de 30 días a 3 euros diarios por cada delito leve de lesiones. A esto se añade el pago de las indemnizaciones.
De los 6 acusados a los que se les ha juzgado, hay dos que están presos preventivos por otras causas distintas, entre ellos el apodado Canty, que protagonizó una mediática fuga de la Policía hace unos meses. La vista se ha tenido que suspender pasadas las tres de la tarde hasta el próximo 5 de noviembre por la falta de un testigo, al que se le ha sancionado con 200 euros por haber provocado esta suspensión.
Cinco de los acusados que han prestado declaración han reconocido que estaban en el Poblado Marinero y que participaron en la agresión a los policías pero detallando que desconocían inicialmente que eran agentes. Ese detalle dicen que lo escucharon después. Golpearon a los agentes y a sus mujeres. Uno de los acusados ha indicado que al final había unas 80 personas participando en la agresión, que se produjo en un callejón cerca de la parada de taxis ubicada al lado del Poblado.
Todos han coincidido en desconocer cómo empezó la pelea o quién la instigó. Han recalcado que hubo mucha gente participando en la agresión.
El último acusado en declarar ha sido el llamado Canty, precisamente por su historial y su reciente y mediática fuga se han extremado las medidas de seguridad tanto dentro de la sala de la Audiencia –en donde se ha celebrado la vista aunque compete al Juzgado de lo Penal 1- como en los exteriores. Es el único que no ha querido responder a las preguntas de la Fiscalía y Acusación Particular, atendiendo únicamente a las formuladas por su abogado. Ha declarado que esa madrugada estuvo en un pub del Poblado. Ha negado que viera a los policías locales que le han denunciado en la zona o que participara en la agresión.
“La Policía me tiene ganas, es un delito de odio contra mí, esto es un perjuicio”, ha indicado en su declaración. Canty ha indicado que nunca ha tenido nada con la Policía Local que le llevara a querer agredirles, destacando que si está en este proceso es por la fama que le han dado.
Ha negado que agrediera a los agentes, recalcando que supo que algo había pasado por el Poblado porque “un colega” le dijo que se “estaba liando”.
Los tres policías locales que resultaron agredidos cuando iban de paisano, fuera de servicio y disfrutando de su tiempo libre con sus respectivas parejas han identificado en sala solo a algunos de los acusados, pero todos han tenido claro en marcar al instigador: el Canty así como en narrar la cronología del suceso.
Las tres parejas se encontraban charlando, pasaban las cuatro de la madrugada y un grupo inicial de entre 7 a 10 personas comenzaron a meterse con ellos. Primero escucharon un golpe a una señal de tráfico y después empezaron los insultos, de ahí se pasó a la agresión. Los agentes han coincidido en indicar que el primero que se dirigió a ellos, el instigador de la algarada, fue el Canty. “Iba en cabeza”, ha dicho uno de los agentes. “Llevaba la voz cantante”, ha agregado otro.
Cuando estas personas insultaron a los policías, estos les recriminaron su actitud. Los insultos eran del tipo: “Tanta policía de mierda”, “policía me vas a comer la polla”, “sois unos cabrones”… Después se pasaría a la agresión física. A uno de los agentes, destinado en Seguridad Ciudadana, le fracturaron la pierna. Este ha narrado cómo poco a poco se fue sumando a la agresión más gente, hasta producirse un auténtico linchamiento a base de golpes, empujones, zarandeos…
Los policías han manifestado en que ellos no provocaron la situación, intentaron evitarla, pero fueron violentados con insultos y menosprecios respecto de su profesión que no tenían por qué soportar, de ahí que recriminaran a los participantes su actitud.
Detrás de un biombo, para evitar así ver a los acusados, han prestado declaración las mujeres de los policías locales agredidos. Han explicado que vieron cómo les pegaban a sus parejas y les pisoteaban, llegando en auxilio de los agentes un componente de la Policía Nacional que estaba también de paisano y que intervino.
Han coincidido en narrar cómo al principio el grupo de violentos era reducido, pero luego se fueron sumando más, pasando de la agresión verbal a la física. “Yo solo quería salir de ahí”, ha recordado emocionada una de las mujeres.
En el turno de interrogatorio se ha intentado, a base de preguntas, minar la credibilidad de las manifestaciones de policías y sus parejas, básicamente por parte de la Defensa del Canty al ser el único que no ha reconocido los hechos, que ha sido señalado y que intenta evitar una condena por lo acontecido.
Una de las mujeres que declarado ha concretado que aunque los agentes mandaron a la calma después de escuchar frases del tipo “la policía me suda la polla”, el Canty se acercaba de manera chulesca y cuando intentó agredir de un cabezazo al miembro de la UIR empezó la tangana. Fue testigo de las patadas a su marido cuando cayó al suelo y echó a correr del lugar para pedir auxilio.
La tercera de las mujeres en declarar ha insistido en la existencia de esos insultos, en las patadas y al ver al Canty a través del biombo lo ha calificado como “cabecilla del grupo”. Ha insistido en que todo se originó por ser sus parejas policías ya que en los insultos siempre aludían a esa condición.
Por videoconferencia ha testificado el agente de la Policía Nacional destinado en la UPR que auxilió a los agentes cuando estaban siendo agredidos. Ha señalado que se encontraba con su pareja en el Poblado Marinero cuando empezó a escuchar “bastantes gritos”. Al asomarse al lugar de los hechos reconoció a unos de los agentes que se encontraba en el suelo y como estaba siendo agredido “a patadas”. En ese instante no dudó en acudir a la ayuda, repitiendo en varias ocasiones que era policía para que pararan con la agresión. Además, el agente identificó al Canty “sin género de dudas” como el autor de las agresiones al agente que se encontraba en el suelo.
Hoy también han prestado declaración policías nacionales que hicieron la investigación, analizando los visionados de las cámaras que estaban ubicadas en un pub. El problema se ha suscitado en el desfase horario que se produce entre lo recogido en las cámaras y lo narrado por los policías. Los agentes han atribuido ese desfase a que cuando hay un cambio horario no se modifica. Los policías investigadores reconocieron a los acusados a través de fotogramas y han verificado las declaraciones de testigos y denunciantes.
Queda por declarar el responsable del pub que entregó las imágenes que deberá determinar a qué se debe ese desfase, si es que existe o no.
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