Después de la restauración del manto rojo de la Nuestra Señora de África, se pusieron a la venta, a modo de reliquias, pequeños recortes del raso que sostenía los bordados de la obra realizada por el levantino Justo Burillo. Con motivo de la novena que comenzó el pasado 26 de julio, los jóvenes de la hermandad decidieron volver a poner a la venta estas pequeñas reliquias para obtener ingresos destinados a los fines de la cofradía.
Este hecho ha despertado algunas críticas con respecto a aquella restauración que se realizó sobre el manto rojo, aproximadamente, hace cuatro años.
Entonces, la junta de gobierno decidió emprender la restauración del manto donado por la familia Cerni a principios del siglo XX. El manto estaba realizado sobre raso rojo, un tejido de moda en aquel momento, pero muy poco práctico para su conservación en el tiempo, incorporando piezas bordadas sobre cartulina pero también, otras, de menos calidad, realizadas en técnica ‘de recorte’.
En la ejecución de la restauración se decidió conservar las piezas bordadas de mayor calidad, sustituir las de calidad deficiente por otras de mayor realce y añadir una cola, de la que carecía la pieza. La polémica de entonces, y de ahora, se centró en que las piezas bordadas no se pasaron a raso, tal como se encontraban en el manto original, sino que la junta de gobierno decidió usar terciopelo color rojo vivo para la base del manto. Una decisión de lo más común a la hora de intervenir sobre obras de bordado que se encuentran en mal estado, cuando no es posible conservar el tejido original de la pieza. Tanto el terciopelo como el tisú son los tejidos para mantos usados con mayor frecuencia por su facilidad de conservación, así como para su realce.
A pesar de las comentarios contra esta restauración, suscitados de nuevo a cuenta de la venta de las reliquias en la mesa de recuerdos por los jóvenes de la hermandad, fuentes próximas a la cofradía han señalado que “la gente dice que es el mejor manto que le queda a la Virgen”.
Durante toda la novena, la Patrona de Ceuta lucirá el manto rojo o de Cerni sobre su paso de plata en el altar mayor de la iglesia santuario de Nuestra Señora de África, una oportunidad para apreciar las mejoras realizadas en la restauración y para adquirir una reliquia del antiguo manto.
Si el manto rojo despertó polémica en su día por los criterios de restauración, no lo será menos, en en el futuro, la más que necesaria intervención sobre el manto blanco de salida de la Virgen de África. Una pieza realizada sobre tisú que lleva bordado en el centro el escudo del régimen franquista, un asunto que podría encuadrarse dentro de los casos afectados por la Ley de Memoria Histórica. Así lo hace constar cada año la asociación ‘Búscome’, un colectivo que se define por la defensa de la igualdad, la justicia social y la transparencia, y que solicita la retirada de este manto por las connotaciones políticas que conlleva el bordado central del mismo.
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