Desde luego no se puede negar que el desarrollo de las Jornadas Literarias ha sido un gran revulsivo para el IEC (Instituto de Estudios Ceutíes) pues congrega a un buen número de personas entorno a la figura del rapsoda invitado y al buen hacer de María Jesús Fuentes que es un torbellino maravilloso de acción en pro de la cultura y la educación de nuestra milenaria y marinera ciudad.
En estas deliciosas y encantadoras veladas se aúna excelencia y cercanía con un público variopinto donde no faltan estudiantes de educación secundaria. La complicidad y la empatía se sienten muy intensamente gracias a nuestra escritora local que derrocha su talento social a raudales para encandilar a ponentes y público a los que va envolviendo con su ágil y desenfadado lenguaje dirigiéndolo todo hacia lugares insólitos donde la sensibilidad siempre está presente y los sentimientos poéticos son tan verdaderos que se diría que podrían visualizarse en forma de musas danzantes en la agradable sala de la biblioteca pública.
Ahora se están poniendo en marcha las Jornadas de Historia que por iniciativa del presidente de Septem Nostra y también miembro destacado del mentado Instituto. Esta edición están dedicadas a la mitología en Ceuta. Seguro que serán un éxito de participación y calidad de los ponentes. Ciertamente la labor del IEC está siendo positiva, siempre lo ha sido, pero ahora se notan las nuevas incorporaciones y el natural empuje que todo ello conlleva.
Recientemente se está intentando rescatar del olvido a la revista del Instituto llamada Transfertana que no se publicaba desde hace bastantes años. Realmente no se puede decir que sea un proyecto consolidado y necesitaría un decidido impulso y compromiso anual de publicación de forma que no estén siempre apareciendo ejemplares esporádicos a impulsos de oportunidades diversas en función de las vicisitudes por la que este pasando el propio instituto. De todos modos, cabe recordar que los esfuerzos que realizan los miembros del IEC son completamente desinteresados y que por lo tanto no se pueden ni deben exigir compromisos más allá de lo que se quiera asumir en cada momento por los miembros de esta academia local. A pesar de lo indicado y de la voluntariedad de las producciones como miembros del IEC nos gustaría hacer algunas observaciones al volumen número ocho de la revista que se ha publicado con el título de Estrategias para el futuro de Ceuta. Nada más lejos de nuestra intención es denostar a ningún miembro del instituto ni de realizar una crítica destructiva de las escasas iniciativas que se llevan a cabo desde esta institución. Todo lo contrario, queremos mostrar un apoyo decidido a las renovaciones y animar a que se siga publicando y desarrollando la labor de investigación como indica el actual director José Antonio Alarcón en la presentación del volumen ocho “Repensar la ciudad desde perspectivas plurales, desde campos y temas diversos es hoy más necesario que nunca, es una obligación de los ceutíes de la que no podía estar ausente el Instituto de Estudios Ceutíes, en su misión de intelectual orgánico y colectivo de la ciudad. Aportar ideas, propuestas, explorar nuevos caminos, buscar soluciones, abrir debates, en definitiva investigación prospectiva que arroje algo de luz sobre un futuro tenebroso”.
Por todo lo dicho, más que nunca los miembros del IEC y todo el conjunto de la ciudadanía de Ceuta y los que se sienten ceutíes pueden y deben participar del debate público sobre Ceuta aportando las visiones que, aunque particulares sobre determinadas temáticas, aporten luz al resto, de tal forma, que todos nos enriquezcamos con las investigaciones de los otros y tengamos la visión global que necesitamos para poder opinar con suficiente juicio y criterio.
Por ello y a pesar de las profundas diferencias que nos separan intelectualmente de algunos ponentes del número ocho de la revista Transfertana estamos convencidos que nuestros compañeros han intentado hacerlo lo mejor posible y que solo les mueve el amor por esta tierra y la preocupación que todos podemos sentir por intentar arrimar el hombro. De esta forma nuestros comentarios van orientados a procurar una reflexión en algunos de los ponentes sobre las propuestas y a incentivar el diálogo entre los miembros para que se puedan enriquecer las contribuciones de la revista mencionada. La primero que salta a la vista en el volumen ocho es la ausencia de la perspectiva ecologista y sobre la sostenibilidad de nuestro territorio.
Es evidente que los ponentes no trabajan en estos campos tan importantes del conocimiento actual, quizá se podrían haber incluido para hacer de contrapeso a argumentos tan radicales como los que se comentarán a continuación. Lo que más nos ha llamado la atención es la colaboración sobre propuestas de desarrollo territorial y marítimo. Es un artículo que trasmite un gran cariño por el norte de África y se pone de manifiesto un anhelo de contribuir al progreso de Ceuta aunque no se pueda compartir el planteamiento del todo si que hay un gran interés por proyectar nuestra ciudad hacia África lo cual lo hace un artículo de interés en sí mismo. Otra cuestión es el modelo de desarrollo que subyace en todo el artículo que no es otro que apostar por el crecimiento sin limitaciones y cueste lo que cueste, sobre este asunto discrepamos profundamente. Quizá es la propuesta más radical jamás vista en relación a Ceuta; la objeción más importante y más arraigada en nuestro pensamiento con respecto al territorio de nuestra ciudad desde hace muchos años es justamente el concepto de límites de crecimiento humano y sostenibilidad ambiental, económica y social.
Ceuta necesita un replanteamiento de ciudad pero no al alza poblacional sino todo lo contrario
Ceuta necesita un replanteamiento de ciudad pero no al alza poblacional sino todo lo contrario. Nuestro pequeño territorio no puede asumir tan elevada población y la solución no es desde nuestro punto de vista la aplicación de las recetas desarrollistas siguiendo los preceptos del mito del crecimiento infinito. Con respecto a las exageradas propuestas sobre la ganancia de terrenos al mar nos ha parecido fuera de toda medida y moderación en tanto en cuanto que el autor del trabajo no creemos que sea ajeno a la riqueza natural marina que atesora Ceuta. Pero en el supuesto de que fuera un lugar anodino y vulgar (Ceuta es singular y única y por tanto todo lo contrario en este sentido) tampoco sería razón para prescindir de grandes espacios de hábitats marinos sumergidos como si esto no trajera consecuencias en la rotura de la continuidad de los ecosistemas y los procesos ecológicos de los que dependen muchos seres marinos y gran parte de la riqueza pesquera litoral. Y por supuesto los problemas de salud psíquica, bienestar y espiritualidad trascendente que se ocasionarían dejando mutilado de esta forma un litoral único y excepcional fuente de paz y harmonía desde la antigüedad hasta nuestros días.
Estamos convencidos que ha sido quizá las ganas de contribuir con Ceuta la que ha llevado seguro al autor a dejarse llevar impetuosamente por proponer algo que pudiera resolver la penosa situación económica de la ciudad. No obstante, se ve el esfuerzo del arquitecto por conocer la realidad natural marina en relación a la lapa protegida aunque no se comparta su propuesta.
Sin embargo, debe saber que hay otras muchas especies protegidas en el litoral que cuenta además con tres nuevas propuestas de espacios marinos protegidos dentro del marco del proyecto INTEMARES auspiciado por el propio MAGRAMA (divulgado en prensa local en varias ocasiones). El autor puede pensar que son propuestas que deben materializarse pero quizá hubiera moderado su opinión con la suficiente información y se hubiera percatado de que sus propuestas son inviables a la luz de la investigación en conservación de hábitats marinos y de las propias políticas oficiales de protección estatal y de la UE. Por otra parte, la propia Autoridad Portuaria ha puesto en marcha desde hace muchos años un ambicioso proyecto de monitoreo ambiental y estaciones centinela que resulta incompatible con estas propuestas destructivas de nuestra naturaleza marina y litoral por no hablar de otros posibles impactos hacia otros bienes naturales y culturales.
No obstante, este artículo trata de abrir puentes e intercambios de información entre miembros del IEC y con otros muchos ciudadanos interesados por estas materias tan sensibles. Solo esperamos que nuestro director sea sensible y promueva este tipo de comunicaciones en beneficio de Ceuta.