Se enfrenta a un año de prisión en caso de ser considerado culpable del delito de quebrantamiento de condena por el cual el acusado cumplía la pena de 40 días de localización permanente en su domicilio, la cual sustituía a un delito de hurto por el que hubiera cumplido seis meses de prisión. Hasta once policías locales ratificaron que en las ocasiones en que se habían trasladado hasta su domicilio, entre el 15 de abril y 8 de mayo de 2016, C.M. nunca se encontró en su vivienda. El acusado, que no compareció en el juicio, ya había declarado en Instrucción que de los 40 días solo permaneció 12 en su domicilio y el resto en Marruecos.