El poder del cambio con la sostenibilidad

El colectivo Huertos Urbanos de Ceuta sigue en su misión por adecentar zonas comunes que están abandonadas para revertir su situación y convertirlas en espacios aprovechables para su uso y funcionamiento como plantaciones. Su secretario y presidente de la asociación vecinal 317 VPO, Mohamed Tarek, explica el desarrollo de las labores que llevan a cabo en el huerto ecológico de la barriada de Loma Colmenar, en la que hoy en día cuenta con más de 150 voluntarios.

Al respecto, Tarek manifiesta que el primer huerto constituido legalmente nació en la barriada de las 317 VPO, en el 2019, mediante un proyecto presentado a la Consejería de Medio Ambiente y que contó con el impulso de Gregorio García Castañeda. Es a partir de ahí, cuando en 2020 surge otro nuevo en la zona de Juan de Juanes, luego en 2021, el de fruta en Sidi Embarek y ya en 2022 el de Al Umma en el Príncipe Felipe.

“Todos estos huertos son gestionados por la ciudad autónoma, que abastece y dota de herramientas y agua para el riego. Para ello, cuenta con la colaboración de Huertos Urbanos Ceuta, que junto a su presidente Yunes y yo hemos conseguido sacar adelante otros 7 huertos más, que estarán operativos para 2024. En total hay 4 huertos legales constituidos, a los que se están sumando otros 5 de los Rosales”, especifica Tarek. “Antes no había nada, era una jungla, una escombrera. La idea surgió a petición de la asociación vecinal de las 317. Asimismo, para el agua tenemos nuestro propio contador. Se hicieron unos caminitos para construir las parcelas y redacté el proyecto para la propuesta a la Ciudad”, indica.

Por otra parte, asegura que ellos nunca piden dinero, para la financiación lo que hacen es ponerse de acuerdo entre los socios, crear unas actas para estudiar las necesidades y después echar la solicitud a la Consejería de Medio Ambiente. A la hora de plantar, remarca que se organizan a través de un calendario de siembra, ya que según la temporada, se planta unas semillas u otras. Actualmente, tienen hierbabuena, habas, cilantro, cebollas, aunque no son de la época, coles, brócoli, lombarda y lechugas. La mayoría de las plantaciones son semillas.

“Algunas veces las semillas las consiguen los propios voluntarios. Otras veces rescatan plantas que luego las reviven y lo aprovechan”, recalca el secretario.

A parte tienen también árboles plantados que algunos reviven, gracias a su intervención. Entre los maceteros se pueden encontrar desde nogal, nectarino, limonero hasta pomelero. “Las higueras fueron los primeros árboles que se sembraron en el huerto. También, tenemos granados, guayabas americanas, hasta una platanera, coliflor, guisantes, acelgas, todo natural”, especifica Tarek, quien aclara que en otras temporadas han plantado ajos, tomates, entre otros y que a veces se reparten en cajas por los vecinos de las 317 y los propios voluntarios.

También, describe que tienen una parte en barbecho para que descanse la tierra y a veces la tapan para que no crezca la mala hierba. Además, ellos mismo se preparan las condiciones del huerto para que salgan en mejores condiciones los frutos de la siembre, como con la instalación de cuerdas de esparto para las tomateras, con cuerda degradable, para cuando sea la temporada de siembra. “Todos los días vienen voluntarios, en grupos de 5 o 6 y se trabaja la tierra, se riega y se observa el avance de la producción”, atestigua Tarek. Por otro lado, hace énfasis en que para participar en las actividades se pide a los mayores de 18 años el certificado de delitos sexuales.

Todo un programa que se lleva a cabo gracias a la mediación del trabajo de Alejandro Ramírez, consejero de Fomento y Tamara Guerrero, directora general de Obras. Asimismo, anima a que la gente venga y participe, para ello, tienen que contactar con ellos a través de sus redes sociales.