La coalición electoral que conforman Podemos, Equo e Izquierda Unida en Melilla ha presentado una enmienda a los Presupuestos Generales a través de Unidos Podemos para que la Cooperación al Desarrollo incluya ayudas a las
porteadoras de Melilla y Ceuta para abandonar el contrabando en las fronteras de ambas ciudades. Según han informado a través de un comunicado conjunto, han registrado entre otras una enmienda modificación para que se incluya en los presupuestos de la Agencia Española de Cooperación Internacional ayudas para que las porteadoras y porteadores puedan abandonar el trabajo esclavo de la frontera. En este sentido solicitan dos millones de euros, “siendo uno de los cambios que se realizarían del presupuesto de seis millones para este año reservados para la ampliación del puerto de Melilla, una vez que se ha comprobado la inutilidad de dicho proyecto”. Para Podemos, Equo e Izquierda Unida, “la situación límite en las fronteras de Ceuta y Melilla debido al descontrol de la situación de los porteadores y porteadoras que se dedican al contrabando hace necesario que para limitar o erradicar ese tipo de trabajo ilegal se realicen acciones de ayuda al otro lado de la frontera con las personas afectadas en situación desfavorecida”. Así, ha explicado que, dentro de las directrices marco de ayuda que el Estado realiza en todo el mundo y más concretamente en África, Marruecos es uno de los países prioritarios en la concesión de ayudas y más especialmente en sus provincias del norte. Además, ha indicado que los sectores de cooperación abarcan ayudas a la igualdad de género, que resultan muy oportunas al ser buena parte de las porteadoras mujeres. Estas tres formaciones han recordado que “ya manifestamos desde los tres partidos del cambio que el trabajo esclavo que conlleva el contrabando en la ciudad debería de desaparecer. Por cuestiones legales y éticas –han añadido– no puede seguir manteniéndose un trasiego de mercancía a lomos de personas sin cobertura legal ni social”. Para Podemos, Equo y IU en Melilla “realmente es una vergüenza la imagen de una frontera de una Europa superdesarrollada utilizando explotación laboral para vender sus mercancías, con la colaboración además de los Cuerpos de Seguridad del Estado que organizan los flujos de las porteadoras en los propios pasos fronterizos”.